07 marzo, 2007

 

URUGUAY: LAS PARADOJAS DEL FRENTE AMPLIO

Modelo Económico e inserción internacional

Antonio Elías*




Uruguay sigue sin encontrar el camino para superar una crisis estructural de desarrollo productivo de larga data, mientras la existencia de diferencias profundas en la sociedad, en su sistema político y en el propio gobierno respecto a la inserción internacional reduce sustancialmente su capacidad negociadora.

Cuando se discute la inserción internacional del Uruguay, es preciso enfatizar en la estructura institucional que ordena el funcionamiento de la economía y orienta la distribución de costos y beneficios; a nivel internacional entre países, y a nivel nacional, entre clases sociales. También es necesario resaltar el papel del poder en la definición de reglas de juego, y consecuentemente, el papel del Estado en su diseño, implementación y cumplimiento obligatorio (1). Aspectos generalmente dejados de lado por la teoría económica, pero que tienen una importancia fundamental para explicar lo que está en juego.
El proceso de regionalización y globalización, en el que se acentúa la influencia de las grandes unidades económicas trasnacionales, pone en jaque los espacios de autonomía de los Estados nacionales. Ese fenómeno opera con mayor fuerza en los pequeños países de la periferia capitalista debido, entre otros aspectos, a su retraso relativo en rubros decisivos para una inserción dinámica y competitiva en el merado mundial, tales como la incorporación del conocimiento científico tecnológico y el desarrollo industrial.
Los pequeños países tienen graves dificultades para compatibilizar las políticas de inserción en el mercado mundial y los equilibrios macroeconómicos con las exigencias de integración socioeconómica y de gobernabilidad de sus sociedades. Sin embargo, su desempeño depende en gran medida de sus propias políticas y de su capacidad de negociación, tanto en términos económicos como políticos (2).

Mercado versus trabajadores

El acceso al gobierno, marzo de 2005, del Frente Amplio-Encuentro Progresista y sus aliados generó mejores condiciones para disputar la hegemonía a las clases dominantes. En el gobierno existen fuertes contradicciones, pero la iniciativa respecto al modelo económico y la inserción internacional está desde el principio en manos de quienes propugnan una profundización del modelo de mercado, atraer inversiones extranjeras y el mayor nivel de apertura externa posible. La cabeza visible de este sector es el ministro de Economía, Danilo Astori. En cuanto a los sectores que resisten ese modelo económico, carecen de una propuesta alternativa común, aunque coinciden en la defensa del Mercosur como instrumento fundamental para la inserción internacional.
La paradoja es que el gobierno instrumento una serie de medidas laborales progresistas que han permitido el crecimiento del movimiento sindical y reducido las asimetrías del trabajo respecto al capital (3), pero uno de los principales obstáculos que enfrenta el equipo económico para implementar sus políticas de liberalización es justamente ese movimiento sindical autónomo y con independencia de clase. En su último congreso, la central sindical PIT-CNT resolvió: “actuar con todas sus fuerzas para generar las condiciones sociales y políticas para que se implemente un nuevo modelo económico (...) el ‘país productivo’ es incompatible con el Tratado de Protección de Inversiones, firmado con Estados Unidos y, menos aún, con un Tratado bilateral de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (…) es fundamental fortalecer el Mercosur como camino a la unidad sudamericana, objetivo histórico del movimiento sindical” (4).
Los principales hitos del proceso de acercamiento comercial a Estados Unidos son: a) en 2005, los debates acerca del Tratado de Protección Reciproca de Inversiones, firmado en Mar del Plata, en paralelo al rechazo del ALCA, y ratificado por el parlamento (5); b) en 2006, el llamado del ministro de Economía a firmar un TLC con los Estados Unidos, propuesta que finalmente abortó en septiembre de ese año por decisión del presidente Tabaré Vázquez, ante el creciente rechazo de los movimientos sociales y de sectores del propio gobierno; c) en 2007, nueva conmoción en el gobierno y en el Frente Amplio ante la firma (6), el 25 de enero, del Trade and Insvestmen Framework Agreement (TIFA), otra iniciativa del ministro de Economía, que incluye un anexo que señala como temas de discusión algunos de los aspectos más controvertidos de un TLC: las compras del Estado y las leyes sobre propiedad intelectual. El TIFA no obliga a las partes ni, menos aún, otorga acceso a mercados, pero en la lucha interna respeto a la inserción internacional adquiere un carácter simbólico. Del mismo modo, la visita de Vázquez a Estados Unidos, en mayo de 2006, y la que realiza este mes de marzo a Uruguay el presidente George Bush, exacerban las tensiones internas.
Esta aparente paradoja -que la iniciativa en un gobierno progresista la tengan quienes pretenden profundizar el modelo económico que, con variantes, se viene implementando desde mediados de los setenta- es explicable si se reconoce que: a) en ese período se fortaleció el poder de las empresas transnacionales, el capital financiero y los organismos multilaterales de crédito en desmedro del poder del Estado, como consecuencia del creciente endeudamiento externo, de una política fiscal estructuralmente deficitaria y de la fragilidad del sistema bancario, que es mayoritariamente estatal; b) la derrota electoral de los partidos políticos, Nacional y Colorado, que gobernaron Uruguay desde 1985 a 2005 no implicó una capitulación ideológica de la ortodoxia económica y el pensamiento único, a pesar de que sus políticas implicaron un aumento sustancial de la pobreza y la indigencia; c) la fuerza política que triunfó en las elecciones de 2004 desdibujó su programa histórico de cambios en el marco de una estrategia “realista” que incluyó una amplia política de alianzas para captar el voto del centro político y la designación de un ministro de Economía que daba garantías al poder económico nacional y transnacional.
En consecuencia, el sector del gobierno que mantiene la iniciativa e impulsa los cambios institucionales que favorecen la penetración transnacional, tiene el respaldo de los partidos de centro y de derecha, de los medios de comunicación y de buena parte de las cámaras empresariales. Para este sector, dominante en el gobierno, la firma de un TLC con los Estados Unidos implica garantizar el predominio de las reglas del mercado en el marco de una inserción capitalista subordinada.

Déficits de la integración

Mientras tanto, un bloque heterogéneo de sectores políticos y sociales trata de frenar esas iniciativas reafirmando el Mercosur, aunque con dos grandes limitaciones: a) no tiene un modelo económico alternativo que dé sostén a una propuesta integral de desarrollo económico; b) las graves carencias del Mercosur, agravadas por el conflicto con Argentina por la instalación de las “pasteras”, en la costa oriental del Río Uruguay.
Las carencias del Mercosur para superar los problemas de escala, tecnológicos, etc., ante las necesidades de países pequeños como Uruguay son notorias. La recreación de relaciones de dependencia al interior del bloque y la falta de una institucionalidad que proteja a los países más débiles, subrayan las limitaciones actuales de un proceso de integración que posibilite un desarrollo productivo incluyente, socialmente justo y políticamente democrático. Pese a los ponderables discursos a favor a la “unidad latinoamericana” se ahondan las diferencias entre los países de mayor y menor magnitud, sin que existan medidas efectivas que contrarresten las asimetrías (7).
Entre los déficit fundamentales del Mercosur pueden destacarse: a) la persistencia de barreras al comercio entre los miembros, que impide la existencia de un mercado ampliado efectivo y que los pequeños países puedan captar inversiones; b) las grandes asimetrías de tamaño, agravadas por políticas cambiarias contradictorias y la ausencia de coordinación de las políticas macroeconómicas; c) la división del trabajo regional no incluye la complementación productiva, ni un sistema de financiamiento preferencial para los países más débiles; d) la estructura institucional es frágil e insuficiente para resolver los múltiples problemas de la integración. La prueba flagrante de esto es que el Mercosur resulte hasta el momento incapaz de incidir en la resolución del conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de una planta de celulosa en el límite entre ambos países...
Las políticas del Consenso de Washington y las reformas de segunda generación impulsadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, aplicadas en profundidad por los cuatro países que en 1991 firmaron el Tratado de Asunción, se continúan aplicando en buena medida. Los significativos avances políticos realizados por el Mercosur, como el rechazo al ALCA en la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata (noviembre de 2005) y la incorporación de Venezuela como miembro pleno en la Cumbre de Presidentes del Mercosur en Córdoba (julio, 2006), no han sido acompañados de mejoras sustantivas en las relaciones económicas.
Los que en la disputa interna uruguaya impulsan el TLC asumen que el principal factor distorsionante del proceso económico es el poder político. Apuestan, por tanto, a restringir al máximo la intervención del Estado en los mercados y proponen sustituir a políticos por técnicos en los organismos que necesariamente deben regular el proceso económico. En cambio, una buena parte de los que apuestan al Mercosur sostienen que el Estado es el instrumento fundamental para garantizar los derechos humanos en el ámbito económico –satisfacción de las necesidades básicas y participación efectiva en los espacios de decisión– por lo cual los cambios institucionales deben apuntar al fortalecimiento de su capacidad de intervención, incluyendo la reconstrucción de las fronteras económicas nacionales, la creación de mecanismos que reduzcan las fallas del Estado –reglas de control, transparencia y rendición de cuentas- permitan acotar las fallas del mercado y a la vez fijen límites al gran capital transnacional.
Los acuerdos que propone Estados Unidos están atados a cambios institucionales que profundizan el papel del mercado en detrimento del Estado, mientras que la integración en el Mercosur, por su carácter pluralista, permite que cada país adopte la estructura institucional que crea conveniente. La reciente incorporación de Venezuela al bloque regional, con su proyecto de construir el socialismo del siglo XXI, demuestra la flexibilidad del bloque regional respecto al marco institucional de sus miembros. Este último aspecto es fundamental para entender qué se defiende en el Mercosur -a pesar de los magros resultados obtenidos por Uruguay– porque habilita el mantenimiento de la disputa por lograr cambios institucionales que vayan en dirección al fortalecimiento del Estado, el control nacional de la economía y, eventualmente, hacia una perspectiva socialista.

Notas

1 La Economía Institucional Crítica - que retoma el enfoque marxista de la interacción entre fuerzas productivas y superestructura - hace aportes significativos para entender la dinámica de los procesos de cambio
2 Sobre este aspecto, ver De Sierra, Gerónimo, “Limitaciones y potencialidades de un pequeño país en el marco de la integración regional”, en Futuro de la Sociedad Uruguaya , Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 1999.
3 Se destacan el Decreto 145/005 del 2--5/05, que habilita la ocupación de empresas y la Ley de Protección y Promoción de la Libertad Sindical Nº 17.940 del 02-01-06.
4 IX Congreso del PIT-CNT, octubre de 2006.
5 Ley 17.943, promulgada el 04-01-06.
6 Los principales firmantes del acuerdo fueron, por Uruguay, el Secretario de la Presidencia (Gonzalo Fernández) y el Ministro de Economía y Finanzas (Danilo Astori); por Estados Unidos, el Representante Adjunto de Comercio (John Veroneau) y el Sub representante de Comercio para las Américas (Everett Eissenstat).
7 Brasil tiene el 67% del territorio, el 70% de la población y genera el 68% del PBI del Mercosur. Uruguay tiene el1% del territorio; 1,3% de la población y genera 1,5 % del PBI. En 2005, las exportaciones de Uruguay a Brasil son significativas para el primero (13,5% del total) y las importaciones más aún (21,3% del total), mientras para Brasil en representan entre ambas menos del 1%.

*Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA) y de la Red de Economistas de Izquierda del Uruguay (REDIU); investigador del Instituto de Economía y docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República.

Comentarios:
LA UTILIZACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA POR PARTE DEL IMPERIO Y LA ESTRATEGIA QUE DEBE TENER LA CLASE TRABAJADORA

Osvaldo Ulloa S.
Profesor Universitario y Poeta


El padre Alberto Hurtado escribió ¿Es Chile un país católico? En ese libro esencial para la gente de fe y donde hay una preocupación por los excluidos del sistema capitalista, creó una gran polémica y los poderosos de su tiempo en lugar de responder los argumentos, lo descalificaron llamándolo como comunista. Hoy las preocupaciones del padre Hurtado seguirían vigentes en los creyentes si no se hubiese .involucionado en la Iglesia desarrollando una excesiva preocupación por una espiritualidad extrema abandonando la llamada cuestión social que es tratada en las Encíclicas Sociales y que son acalladas por los grandes intereses económicos y por parte de la misma Iglesia que tiene siempre el temor de ser instrumentalizada. También se hace mención al aumento de sectas y confesiones evangélicas como si fuera un fenómeno espontáneo.
Como escribí en el último artículo LOS EMPRESARIOS NO QUIEREN A LA IGLESIA COMO MEDIADORA, la prensa escribió un párrafo diminuto sobre la aceptación de Monseñor Goic a ayudar a encontrar acuerdos en el caso de las salmoneras. Además la noticia se tergiversó poniendo el acento en que los trabajadores habían reducido sus exigencias, es decir, los mostraba como perdedores en esta situación laboral.
Por otra parte el país ha experimentado una reducción del número que se define como católicos y ello es adjudicado a la evolución de la sociedad, a la posmodernidad, a la relajación de la moral y el choque con una Iglesia que se muestra conservadora en aspectos de sexualidad y aspectos valóricos, donde queda siempre fuera la preocupación por los pobres y excluidos siendo que es una cuestión moral de primera importancia, pero como afecta el bolsillo de los empresarios, es excluido. Aquí la estrategia de la derecha ha funcionado, aparece como junto a la Iglesia en "lo valórico", pero calla y silencia a través de sus medios de comunicación la inmoralidad que se ve reflejada en pobres que viven miserablemente y en ricos que acaparan y acumulan con una codicia enfermiza.. El actual Papa ha hablado de los nuevos pecados donde se encuentran: La contaminación ambiental, las drogas, la manipulación genética, provocar la pobreza y acumular riqueza desmesurada, la explotación de la mujer por la publicidad.
El Papa Benedicto XVI ha dejado en claro en varias ocasiones que considera primordial que el comportamiento católico y la fe rijan cada uno de los actos de la comunidad católica y que no estén relegados a misa y el confesionario. Pero hay que ver que cuesta que los sacerdotes y religiosas salgan al mundo a dar la Buena Nueva.
Por supuesto que los nuevos pecados salieron en la prensa tomados con frivolidad o ignorados porque son justamente aquellos aspectos que promueve la decadente sociedad occidental. No ha habido una reflexión seria al respecto y creemos que Chile es un país donde más costará integrar a la conciencia esta nueva mirada porque han querido hacer de nuestro país el ejemplo del neoliberalismo y del capitalismo salvaje. Distinguiendo la macroeconomía donde el Fondo Monetario Internacional nos da palmaditas en el hombro, de la microeconomía donde cunde el subempleo o empleo basura, sueldos a nivel nacional determinados por el mercado, la mano de obra barata con precios de alimentos y productos a nivel internacional. Nada se dice del estrés de la mayoría de la población chilena, ni de la angustia de quienes no alcanzan a llegar con sus sueldos a fines de mes mientras la publicidad sigue creando falsas necesidades y financieras y bancos practican la usura ofreciendo créditos al por mayor. En un país donde todo se ha vuelto negocio qué importante sería divulgar la Doctrina Social de la Iglesia, estos nuevos pecados y la palabra de San Alberto Hurtado. Porque cuando la Iglesia se toma en serio estos temas choca frontalmente con El Mercado y el Neoliberalismo. Su voz se vuelve profética y se hace realidad algo tan dicho pero poco practicado "la opción preferencial por los pobres".
Pero la Historia la hacemos los hombres de carne y hueso. Y no es fortuito lo que ocurre con la disminución de católicos, el auge de las religiones evangélicas apolíticas y conformistas.

En un artículo de Alfredo Silleta da información clave sobre como los máximos representantes del capitalismo mundial han arrinconado a la Iglesia y muchos por ignorancia o por complicidad se dejan utilizar por el proyecto neoliberal que tanto daño hace a la clase trabajadora.

Situando textualmente a Silleta dice:

DE ROCKEFELLER A REAGAN
Todo comenzó a fines de la década del sesenta. El Concilio Vaticano II y Medellín, habían sido claros: "La Iglesia debe acercar a los pobres, comprometerse con su causa". Los conservadores americanos comprendieron rápidamente el mensaje. En su gira por América latina, Nelson Rockefeller expresó, en un extenso documento que entregó al presidente Nixon, que "los Estados Unidos deben dar apoyo a los grupos fundamentalistas cristianos o a iglesias -tipo Moon o Hare Krishna, como una manera de contrarrestar la naciente Teología de Liberación”. Y agregaba: "La Iglesia Católica ha dejado de ser un aliado de confianza para los Estados Unidos y la garantía de estabilidad social en el continente”.

Esto es muy importante porque el diagnóstico de Rockefeller era correcto. Una Iglesia que asumía su identidad profética era un enemigo más del capitalismo. Y eso no ha cambiado hasta el día de hoy cuando juegan a dos bandas: por una parte descalifican a la Iglesia por sus fallas como en el caso de la homosexualidad de algunos sacerdotes o en abusos a niños. Es importante que la Iglesia asuma sus pecados, pero hacer como que toda la Iglesia tiene esas conductas es manipular la información con fines políticos. Y por otro lado calla y promueve situaciones injustas que han afectado a toda Latinoamérica con sus invasiones como las de Santo Domingo, Grenada, Panamá y todas las otras donde se han apoderado de los países para extraer sus riquezas. Nos han invadido y han infiltrado todos los sectores de la sociedad como lo hicieron en Chile en el Gobierno de Allende y que propiciaron el Golpe de Estado fascistizando a las clases medias y con actos de abierto terrorismo como queda claramente en el Informe Church que el Senador elaboró en los propios EEUU y que fueron corraborados por el embajador de EEUU en Chile en numerosas entrevistas, cuyos videos están incluso en Internet. Una de cuyas acciones más significativas y crueles fue el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército René Schneider Charo. Las armas entraron por valija diplomática y fueron entregadas por la CIA a la ultraderecha y a algunos oficiales que actuaron en el complot. También la CIA pagó a cientos de periodistas en todo el mundo para que escribieran contra Allende y lograron su propósito: derrocar a un gobierno legítimo que quería dirimir la situación con un plebiscito. Dictaduras militares en todo el continente auspiciadas por los mismos patrocinadores que quieren que nos separemos de nuestros hermanos argentinos, bolivianos, ecuatorianos, venezolanos a los que llaman gobiernos populistas callando el verdadero carácter fascista del gobierno de una Colombia en guerra con paramilitares, escuadrones de la muerte y una guerrilla de más de cuarenta años. Y ahora incluso buscando propiciar un conflicto bélico entre Colombia y Venezuela porque les abre el apetito el petróleo de esa nación..
La situación después cambió porque el Papa Juan Pablo Segundo se entendió bastante bien con Reagan porque los unía el anticomunismo. Pero Reagan fue más allá y según Silleta:
"...en mayo de 1980, se confeccionarían los documentos secretos de Santa Fe, los cuales se convertirían en la base de la doctrina ético-religiosa-moral de la plataforma - conservadora de Reagan. En ellos se plantea volver a la doctrina Monroe de 1823. Con relación al tema religioso piden ”combatir por todos los medios a la Teología de la Liberación y controlar los medios de comunicación de masas para contrarrestar la mala imagen de los Estados Unidos en la región". Asimismo, señalan que estos teólogos usan su teologia "como arma política en contra de la propiedad privada y del capitalismo productivo”.

Con Reagan en el gobierno, se crea en abril de 1981 el Instituto de Democracia y Religión(sic) presidido por el Reverendo Edmung Robb y Jeanne Kirkpatrick para unificar a todas aquellas Iglesias Evangélicas que no integran el Consejo Mundial de Iglesias y financiar a todos "aquellos que quieran predicar en el continente".
Como si esto fuera poco, en diciembre de 1984, se publicó el segundo Documento de Santa Fe, bajo el título La prosecución de la revolución conservadora y le solicita al presidente Reagan que "estreche sus vínculos con los sectores conservadores de la Iglesia Católica y combata por todos los medios a la Teología de la Liberación y sus adictos y al infantilismo de la defensa de los derechos humanos".
Ese infantilismo de los Derechos Humanos significó en Chile desaparecidos, asesinatos, exilios y una involución cultural opuesta al cristianismo y al humanismo.




LA ESTRATEGIA DE LA CLASE TRABAJADORA HACIA LA IGLESIA

Tener una estrategia hacia la Iglesia es una necesidad urgente de la clase trabajadora. Así como tiene una estrategia para organizarse, para avanzar en las conquistas sociales, hacia los trabajadores. Es natural que la tenga hacia un sector tan importante de la sociedad que se define por su "opción por los pobres" y que ha denunciado recientemente los nuevos pecados como el afán de acumulación de riqueza algo que es promovido en Chile por todos los medios.
Lo primero es que tomen conciencia los Pastores de que han sido utilizados por la política de EEUU, en su política de dominación a través de las trasnacionales, los medios de comunicación y con el silencio cómplice ante las aberraciones sociales, culturales, políticas y económicas de los adoradores del dios del dinero.
Lo segundo es pidiéndole que sea fiel a su propia palabra. Que las Encíclicas Sociales que llaman a la sindicalización de los trabajadores y al derecho de tener una vida digna se traduzca en hechos concretos porque como dice el Evangelio es fácil decir "Señor, Señor...pero no todo el que me diga Señor entrará en el reino".
Lo tercero es que los sacerdotes que se han aburguesado y viven como los privilegiados del sistema se conviertan al Cristo que es el pobre según palabras del Padre Hurtado. Que dejen de lado la vida de comodidad y prediquen a los pobladores, a los trabajadores la Buena Noticia que hay en las Bienaventuranzas.
Lo cuarto es que la Iglesia sea Madre y Maestra de la clase trabajadora, apoye la dignidad a aquellos que son excluidos del sistema y que retome la denuncia de la Doctrina de la Seguridad Nacional que hace que las FFAA vean a sus propios compatriotas como el enemigo interno.
Un quinto aspecto urgente es que la Iglesia sea conciente que la violencia siempre ha venido de las clases dominantes para mantener sus privilegios, cuando piden mano dura al gobierno para reprimir a los que reclaman sus legítimos derechos. Sería bueno que así como hay sectores que tienen sacerdotes dedicados exclusivamente a ellos como la Pastoral de los enfermos o los Capellanes de las FFAA, del mismo modo deberían haber sacerdotes apoyando a los trabajadores, haciendo misas en el interior de los sindicatos, compartiendo sus alegrías y dolores, conociendo sus vidas concretas y acompañándolos espiritualmente. No bastan las actuales instancias que además no cumplen con estos requerimientos que necesitan de muchos más sacerdotes y religiosos.
Que debe enseñar como método de lucha la no violencia activa que no es pacifismo e inacción sino una forma de protestar basada en ese Santo Hinduista que fue Mahatma Gandhi.
Por último es muy importante que la Iglesia difunda en medio de los trabajadores el pensamiento y la vida del Padre Hurtado como ejemplo a ser seguido por los trabajadores pertenecientes a la Iglesia .y porque es una forma de vivir alegre, con dignidad y preocupados de los hermanos combatiendo el individualismo.
Teniendo presente que la Iglesia no es solamente la jerarquía sino todos los que siguen el camino del que nació en un pesebre y vino a predicar una palabra que chocó contra los poderosos que terminaron por asesinarlo en la cruz.. Pero resucitó y nos acompaña en nuestro peregrinar por esta difícil historia.
También es importante que la Iglesia muestre la verdad del país, no la Imagen País que es elaborada por publicistas y propagandistas que muestran un país que no es el verdadero Chile. El Chile verdadero es más complejo y contradictorio, también más rico en su variedad cultural. No podemos prestarnos a ser puestos como un ejemplo para otros países si nuestra realidad cotidiana es tan pobre culturalmente y tan llena de injusticia.

Semana Santa 2008
 
¿Por qué no actualizan este blog que es tan concreto y necesario?
 
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