29 septiembre, 2006

 

Astérix en el Caribe

Helios Ameal

Ignoramos si el “estudio comparativo” que a continuación desarrollaremos ha sido trazado antes por alguien; no nos consta, pero ¡sería extraño que no fuera así! Y es que, para cualquier conocedor de la realidad geopolítica mundial, familiarizado al mismo tiempo con el legendario cómic de Goscinny&Uderzo , resulta inevitable y casi espontáneo establecer paralelismos entre la pequeña y rebelde aldea gala de Astérix [1] y esa isla (en el más amplio sentido de la palabra) que, a 90 millas de la sede del Imperio, mantiene contra viento y marea su singularidad: Cuba.

Se ha analizado en numerosas ocasiones (y en general desde una postura de excesivamente maniquea “correccción política”) el trasfondo político inyectado por Hergé -con alusiones apenas veladas a la actualidad de cada momento- en el otro gran mito del cómic francófono: Tintín . Con respecto a Las aventuras de Astérix el galo, a nadie se la escapó nunca la laudatoria alegoría de la resistencia que suponían. Pero, la similitud con el “caso cubano” ¿es intencionado... o acaso es Cuba la que, sin proponérselo, se ha convertido en materialización caribeña de la indómita aldea gala que en la ficción era la peor pesadilla de Julio César ? Ignoramos el grado de intencionalidad de los autores al respecto; en todo caso, resulta irrelevante. El paralelismo ahí está, obvio para el que lo quiera ver, y esperamos que este modesto análisis [2] sirva como “guía de lectura”; no del legendario cómic... ¡sino de la realidad cubana!

1.-ANOMALÍA HISTÓRICA.

“Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos... ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor.” [3] En 2004, ante el Congreso Estadounidense, el entonces Presidente del Gobierno Español, José María Aznar , afirmó que Cuba representa "una de las últimas anomalías históricas, no ya de las Américas, sino del mundo entero". [4] Con este certero (aunque pretendidamente insultante) análisis, “Mr.Ánsar” revelaba la clave de la singularidad de la perla del Caribe. Todo el mundo occidental, incluyendo muy destacadamente a partidos e intelectuales pretendidamente izquierdistas, celebró la caída del Muro de Berlín... y, por tanto, el “Fin de la Historia”, la “Muerte de las Ideologías” y toda la sarta de dogmas T.I.N.A. [5] que abrieron camino a la hegemonía (económica, política, militar, ideológica...!) del Imperio Global. [6]

Cuba, “anomalía histórica”, escupe sobre el determinismo histórico neoliberali, negando que la Historia y las ideologías hayan muerto, afirmando con el ejemplo que otro mundo es posible. De igual modo, la aldea de Astérix representa, en el 50 AC, una “anomalía histórica”...

2.-ORGANIZACIÓN POLÍTICA. LIDERAZGO; PODER POPULAR; PARTIDO ÚNICO.

La aldea donde habitan Astérix y su fiel amigo Obélix no conoce democracia burguesa de partidos, con elecciones cuatrienales y “rotación de poder”. “ Abraracurcix , el jefe de la tribu, majestuoso y valiente (...). Es respetado por sus hombres y temido por sus enemigos.” [7] Abraracurcix es jefe; dispone y ordena, como corresponde al líder de una aldea asediada por un enemigo infinitamente poderoso que la amenaza de muerte constantemente. Esto no implica que deba ser un tirano cruel, corrupto y endiosado. Vive para, entre y como el pueblo, con el único privilegio de ser transportado sobre un escudo alzado por porteadores, como distinción simbólica de su responsabilidad. Ríe, llora, acierta, se equivoca y recibe (justificadas o no) impugnaciones por parte de su pueblo, que a menudo lo convierte en objeto de chiste... no porque lo odie o desprecie, sino precisamente por la familiaridad, desenfado y confianza que caracteriza la relación entre ambos estamentos -pueblo y poder-, hondamente entrelazados. "Buscamos algo nuevo que permita la perfecta identificación entre el Gobierno y la comunidad en su conjunto, huyendo al máximo de los lugares comunes de la democracia burguesa." [8]

Abraracurcix nunca toma una decisión importante sin consultar a sus “cuadros”: Astérix, Obélix, el druida Panorámix y, en ocasiones, el venerable anciano Edadepiedrix . En ocasiones extraordinarias, el pueblo entero se reúne en asamblea, llevando a cabo una experiencia de democracia directa. Pero el jefe, por voluntad popular y a pesar de errores y desencuentros, sigue siendo Abraracurcix. Su valor, su integridad, su honradez y su entrega total a la defensa del pueblo frente a la voracidad del Imperio lo avalan.

"Es verdad que (la masa) sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas. (...) La iniciativa parte en general de Fidel o del alto mando de la Revolución y es explicada al pueblo, que la toma como suya. Otras veces, experiencias locales se toman por el Partido y el Gobierno para hacerlas generales. (...) Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo sólo puede apreciarse viéndolo actuar. En las grandes concentraciones públicas se observa algo así como el diálogo de dos diapasones cuyas vibraciones provocan otras nuevas en el interlocutor. (...) Fidel y la masa comienzan a vibrar en un diálogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y victoria" [9] (“¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!”; o bien: “¡Viva la Galia! ¡Viva Abraracurcix, nuestro jefe!”. En su poema Hombre que mira sin sus anteojos, Mario Benedetti enumera los recuerdos y experiencias que merece la pena llevar consigo, y, entre ellos:

el hombre político que en un acto
de incalculable valor
dijo a un millón de pueblo la culpa es mía
y el pueblo empezóa susurrar fidel fidel
y el susurro se convirtió en ola clamorosa
que lo abrazó y lo sigue abrazando todavía

En el álbum El Regalo del César (1974), la fiebre electoralista asalta al pueblo. Muy significativamente, en la portada vemos a los aldeanos enzarzados en una violenta pelea, blandiendo como armas sus carteles electorales, mientras Astérix se burla de ellos, diciéndonos por señas que “están locos”. Se desata la historia al presentarse un galo luteciano(parisino) reclamando su propiedad sobre la aldea rebelde, en virtud de un documento firmado por César que ha llegado a sus manos por enrevesados caminos. Dicho documento, como le informa Abraracurcix al recién llegado, es una estafa, pues “No se puede dar lo que no se tiene... Y Julio César tiene todas las Galias, ¡menos este pueblo!”. El forastero decide entonces presentar su candidatura como jefe de la aldea. La aparición de dos partidos y la esperpéntica campaña electoral resultante tienen la nefasta consecuencia de enfrentar entre sí a los habitantes, que para colmo, cambian su intención de voto por impulsos más emotivos que racionales. Los romanos, obviamente, aprovechan la coyuntura para atacar al ahora desmembrado pueblo (“¡Escuchadme! ¡Mientras todos quieren ser jefe, están pasando cosas muy graves!” clama desesperado Astérix), que sólo repele la agresión cuando olvida la carnavalada politiquera y vuelve a unirse. Exactamente lo mismo que le ha pasado a Cuba desde el comienzo de sus guerras de independencia, en el siglo XIX. Ya José Martí advirtió por ello de la necesidad de crear un partido único.

3.-ORGANIZACIÓN ECONÓMICA. BLOQUEO Y “TERRORISMO FINANCIERO”.

Obviamente, la organización económica de la aldea gala es de subsistencia y pre-capitalista, una suerte de comunismo tribal. Los comerciantes –Obélix, fabricante de menhires, Ordenalfabétix , pescatero, Esautomatix , herrero...- intercambian su mercancía con el resto de habitantes mediante el trueque. La moneda –sextercio romano- sólo se utiliza para comprar fuera de la aldea, generalmente bienes para la comunidad, lo que nos recuerda el uso que Cuba hace del USDollar.
Roma, desesperada ante la imposibilidad de doblegar la aldea rebelde mediante la fuerza militar (recordemos que el druida Panoramix elabora un poción mágica que otorga una fuerza sobrehumana a quien la ingiere), intenta en numerosas ocasiones estrategias más sutiles, a veces relacionadas con lo que llamaríamos “terrorismo financiero”, y que nos recuerdan también al caso “Cuba versus Imperio”.

Así, en La vuelta a la Galia por Astérix (1969), Lucius Flordelotus , Prefecto enviado especialmente a la zona, amonesta indignado al centurión de uno de los campamentos que rodean el pueblo: “¡Toda la Galia vive en plena Pax Romana excepto esta pequeña aldea disidente de vuestro sector, lo cual es un desafío al César!”. Tras comprobar en propia carne la invencibilidad de los guerreros comandados por Abraracurcix, concluye: “¡Tengo otra idea! ¡Si no podemos vencerles, les aislaremos!”, y a tal efecto, construye una empalizada alrededor del pueblecito. Digno precursor de todos los presidentes estadounidenses desde Eissenhower y de los señores Helms , Burton y Torriccelli , Flordelotus informa a Astérix y sus amigos: “¡Puesto que sois tan malvados, os encierro en vuestra aldea! ¡Así no podréis contaminar con vuestras ideas al resto de la Galia! Os tendréis que alimentar de lo que produzcan vuestras tierras, y os olvidaremos de una vez!”.

Son de sobras conocidos los estragos que sobre Cuba ejerció el derrumbe de la URSS. Dejando a un lado la obvia debacle económica, quizá lo más devastador sea el efecto que ésta generó en la moral y conciencia del pueblo cubano. La isla hubo de volcarse al negocio turístico como única fuente de ingresos; así, al descontento producido por la escasez, hay que sumar otro factor desestabilizador: la aparición de un capitalismo infiltrado, un auténtico salto hacia atrás en el camino hacia el “Hombre Nuevo” soñado por Ché Guevara . El constante desfile de turistas occidentales y su bisutería consumista –y el auge de mercado negro y prostitución que conlleva-, inevitablemente despierta deseos, fantasías, contradicciones, confusión y descontento en el pueblo anfitrión [10] . Factor añadido es la existencia de emisoras de radio y TV clandestinas financiadas por EEUU (por ejemplo, “Radio Martí”) que emiten hacia la isla –violando la legislación internacional, ¿cómo no?- mensajes acerca de las bondades del capitalismo.

En La Residencia de los Dioses (1971), el indómito pueblecito galo sufre un proceso similar, fruto de una inteligente estrategia ideada por César: “Esos galos, ayudados por una poción mágica que les da una fuerza sobrehumana, protegidos por un bosque que les alimenta, rehusan la Civilización Romana... ¡He decidido obligarles a aceptar esa Civilización! ¡El bosque será talado para dar lugar a un parque natural! ¡Finalmente, edificios habitados por romanos, rodearán el pueblo, que no será más que un barrio de chabolas condenado a adaptarse, o desaparecer!”. Es construido un complejo turístico, rápidamente ocupado por civiles romanos, quienes empiezan a visitar la vecina “aldea indígena”, atraídos por su pintoresco encanto y sus bajos precios... y el heroico pueblecito entra en decadencia. “¡Hay que decir que los romanos significan el progreso!” opina Ordenalfabétix, quien ha multiplicado ventas y precios; Esautomatix, cuyas espadas causan furor como souvenir entre los turistas romanos, añade: “¡Yo era herrero y, gracias a ellos, ahora soy anticuario!”; “¡Está muy bien que hayan venido! ¡Nos ayudarán a salir de la barbarie!”, se regocija la esposa de Edadepiedrix, ahora vestida a la moda de Roma. La aldea se llena de pescaterías y tiendas de souvenirs que compiten a la baja en sus precios... y sus habitantes -¿cómo no?- se enfrentan entre sí en lugar de luchar contra el romano, a quien ahora están agradecidos.

Obélix y Compañía (1978), el álbum más explícitamente anticapitalista [11] , ahonda en la cuestión. El plan de Roma no puede ser más claro: “Ya que son fuertes, hay que debilitarles. (...) El afán de lucro, el oro... he aquí lo que les debilitará y ocupará. Vamos a convertirlos en decadentes.” A tal efecto, compran al ingenuo Obélix todos los menhires que pueda fabricar. Éste, viéndose incapaz de satisfacer la demanda, contrata a su vez a otros habitantes del pueblecito como mano de obra. Obélix, convertido en “hombre de negocios”, comienza a comportarse con la arrogancia del nuevo-rico, despertando rencor y envidia en el resto de habitantes quienes, movidos por el deseo de convertirse en “el hombre más importante del pueblecito”, devienen a su vez en empresarios menhireros. Abraracurcix se lamenta: “¡Se han vuelto todos locos! ¡La mitad caza jabalíes para alimentar a la otra mitad, que hace menhires!” Una vez más, la aldea se desmembra. Los habitantes, al olvidar su fraternidad y aumentar su desigualdad... pierden su libertad, quedando a merced del poder económico romano.

Vemos, pues, que tanto la nación caribeña como la aldea de Astérix y sus amigos deben lidiar constantemente con la más peligrosa y sutil arma del Imperialismo: el “espíritu capitalista”, que, como agente infiltrado, mina los lazos psíquicos, emocionales y sociales que unen y hacen fuertes a los resistentes.

4.-“GUERRA DE TODO EL PUEBLO”

Al igual que Cuba, la heroica aldea gala practica, en su resistencia al Imperio, una “Guerra de Todo el Pueblo” [12] ; desde luego, hay dirigentes y estrategas (Abraracurcix, Astérix y Panorámix), pero no una casta militar que suponga un “poder paralelo”, pues la población en su conjunto es un cuerpo de milicianos formados, sensibles de ser movilizados en caso de alerta (por tanto, también capaces de derrocar militarmente al Gobierno... ¡suponiendo quisieran hacerlo!). Cuba ha probado en numerosas ocasiones la eficacia de tal planteamiento: desde la fulminante victoria en 72 horas frente a las tropas mercenarias en Bahía Cochinos (abril de 1961), que supuso la primera derrota militar de EEUU –preludio de Viet-Nam- y el resquebrajamiento del mito acerca de la “infalibilidad de la CIA”... hasta la impecable coordinación popular en caso de huracán, que año tras año asombra gratamente al turista desprevenido y ha merecido recientemente las albanzas de la UNESCO.

5.-DISIDENCIA.
La de la “disidencia” (tanto interna como externa) probablemente sea la cuestión más controvertida acerca de la Cuba Revolucionaria, y la que más daño ha producido a su imagen. No en vano, sus poderosos enemigos llevan casi 50 años descontextualizando dicha cuestión, deformándola y sobredimensionándola hasta la caricatura, bajo el machacón axioma “Comunismo=Gulag”, haciendo caer en la trampa a intelectuales occidentales habitualmente considerados pro-castristas; traicionados súbitamente por su ciega fe en la Libetad Individual, olvidan que tras los “disidentes” -¡y éstos mismos se encargan de hacer gala de ello!- suelen ser directa o indirectamente tentáculos de Washington.

Dejando a un lado el (esencial) factor de la intoxicación informativa ultraderechista made in Miami... el caso es que la óptica del resistente constantemente amenazado y agredido no está para contemplar sutilezas relativistas. El traidor –o aquél que comete un error aprovechable por el enemigo para dañar a la comunidad- debe ser apartado y/o aleccionado; esto es un axioma intemporal y universal. Y “en la fortaleza asediada, cualquier disidencia es traición”, dijo San Ignacio de Loyola .

En el poblado galo, la tolerancia es cero. En La Cizaña (1970), el mismísimo Astérix es –erróneamente- acusado de haber vendido a los romanos el secreto de la poción mágica, poniendo así al pueblo en peligro de inminente exterminio. El gallardo guerrero, incapaz de demostrar la falsedad de la acusación pero consecuente con la gravedad de ésta, abandona la aldea. Víctima de otra calumnia, en Astérix y el Caldero(1969), el pueblo reunido en asamblea decide desterrarlo, medida que el guerrero acata. Así le dice Abraracurcix: “Tenías la misión (...) y has fallado. Por causa tuya, el pueblo ha quedado deshonrado. Conoces nuestras leyes, son estrictas.”

Hasta el hastío se ha criticado la actitud cubana de desprecio hacia los disidentes-títere de Washington (¡insistimos en que falta demostrar que los haya de otro tipo!), que son llamados “gusanera” y “conspiradera”. ¡Bien!, veamos a continuación el cariño con que nuestros héroes de cómic tratan a los galos “romanizados” –frecuentemente utilizados por el Imperio en sus planes de aniquilación de la aldea insumisa-: Moralelástix , jefe de una tribu vecina, “no me gusta demasiado. Es avaro y pacta de buen grado con los romanos por cuestiones de interés” [13] ; otro jefe galo, Prorrománix , obliga a sus súdbitos a vestir a la romana e incluso planea construir un acueducto... ¡a pesar de que el río cruza su pueblo, y tan sólo porque “hace romano”! Prorrománix saluda a los centuriones al grito de “¡Ave, César! ¡Bienvenidos sean nuestros invasores bienamados!” y, en opinión de Astérix y sus amigos, “es un renegado, bruto, ambicioso y sin escrúpulos.” Tras vencerlo en combate singular, Abraracurcix le otorga su clemencia condicionada: “Únicamente te pido que no olvides que eres galo y no debes servir a los romanos” [14] ... Los ejemplos se repiten aventura tras aventura, y la moraleja es siempre la misma: un galo romanizado se encuentra a un paso de ser considerado enemigo. Y merece, por lo menos, desprecio.

6.-INTERNACIONALISMO.
Elemento clave de la política exterior cubana desde el triunfo de la Revolución, tanto en su vertiente políticomilitar como humanitaria, “el internacionalismo proletario es un deber, pero también una necesidad revolucionaria." [15] Fiel a este precepto, la indómita aldea gala ofrece su ayuda a otras gentes que, más allá de sus fronteras, luchan por la independencia. Para ello, envía siempre a Astérix y Obélix –dignos precursores de Guevara- en “misión internacionalista”. Brindan su apoyo moral, estratégico y guerrillero a todo foco de resistencia al Imperialismo: Astérix en Bretaña (1966), El Escudo Arverno (1966), Astérix en Hispania (1969), La Vuelta a la Galia por Astérix (1969), Astérix y Cleopatra (1969), Astérix en Helvecia (1970), Astérix en Córcega (1973), Astérix en Bélgica (1979)... “Crear dos, tres... muchos Viet-Nam, es la consigna.” [16]

Así, la aventura Astérix en Córcega (1973) se incia con un banquete en la heroica aldea al que son invitados “los amigos que se han distinguido en la lucha contra los romanos”, a quienes Astérix y Obélix han conocido en sus anteriores misiones internacionalestas. Tal celebración nos trae e la mente inevitablemente las reuniones de la Tricontinental o las cumbres de No-Alineados...

Sobra decir que, en la actualidad, el insumiso pueblecito de nuestros amigos galos ocuparía un puesto destacado en el “Eje del Mal”; desde las democracias burguesas, incluso los autodenominados “intelectuales progresistas” exigirían al valeroso Abraracurcix que covocara elecciones libres y permitiera el libre mercado; las devastadoras incursiones galas contra los campamentos romanos –que tanto nos hacen reír en el cómic- serían consideradas “deleznables actos de terrorismo contra fuerzas pacificadoras occidentales”... y Astérix, Obélix y toda su gente acabarían con sus huesos en cualquiera de los Guantánamos que la CIA tiene repartidos por el mundo.



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[1] Cuyo nombre, por cierto, desconocemos... pues nunca es especificado. Esto evidentemente supone un enorme logro alegórico.

[2] Para este trabajo hemos utilizado las traducciones al castellano de Víctor Mora y Jaume Perich publicadas en España por Editorial Bruguera, S.A.

[3] Esta leyenda abría todos los álbumes de Las Aventuras de Astérix el Galo. Aparecía al pie de un mapa de la Galia atravesado con violencia por un estandarte romano (coronado por el lema Senatus et PopulusQue Romanus –SPQR- y la orgullosa Águila Imperial) y en el que una lupa destacaba, en la costa noroccidental, una diminuta aldea rodeada de campamentos de tropas invasoras.


[4] “Discurso en el Capitolio de Washington”. Artículo publicado en internet por la web-periódico de línea “neocon” Libertad Digital, Miércoles 4 de Febrero de 2004


[5] “There Is No Alternative”. Doctrina reagano-thatcheriana implementada a principios de la década de los ’80. Al respecto, léase por ejemplo Noam Chomsky El terror como política exterior de EEUU (Ed. Libros del Zorzal, 2001).

[6] ...del cual EEUU –en tanto que nación- no es más que sede, cara visible y “brazo armado”. Al respecto, véase Samí Naïr El Imperio frente a la diversidad del mundo (Ed. DeBOLS!LLO, junio 2004).

[7] Descripción de “Algunos de los héroes galos”. Esta sección, junto con el mapa descrito en la nota 3, servía de introducción a cada aventura.


[8] Ernesto Ché Guevara , El Socialismo y el Hombre en Cuba( abril de 1965) Ed. Ocean Press, 2005

[9] Ibídem.


[10] El propio Fidel Castro ha analizado en numerosos discursos de los últimos años, caracterizados por un alto grado de autocrítica, esos problemas y otros por llegar. Según el rotativo español El Mundo ( Ángel Tomás González : “Cuba, peligro de derrumbe”, 5/1/06), “Castro fue el primero en dar la voz de alarma sobre la amenaza del auto desplome durante el acusador discurso que pronunció en la Universidad de La Habana, el pasado 17 de noviembre (de 2005), donde asumió la identidad de líder de la oposición de su propio gobierno . ” En el mismo artículo leemos que Felipe Pérez Roque , Ministro de Asuntos Exteriores, “ hizo pública la fractura que sufrió la sociedad cubana, ideológica, moral y ética, como consecuencia de la severa crisis económica vivida en los años 90 por el efecto de la caída de la Unión Soviética. Detalló la existencia de dos millones y medio de jóvenes, dos generaciones que en el 2006 tienen entre 16 y 30 años, que crecieron a partir del año 1990 en una realidad caracterizada por el ‘individualismo’, el ‘sálvese quien pueda’ y otros vicios. (...) A ello Pérez Roque sumó la pérdida de la ‘memoria histórica’ y una extendida ‘ingenuidad’ por desconocimiento del mundo real de hoy, en gente de todas las generaciones, que ha propagado la ‘ilusión’ por el capitalismo.”

[11] Pues, además de lo relatado a continuación en el presente artículo, caricaturiza en didáctica síntesis múltiples aspectos del sistema de producción capitalista tales como: las estrategias de marketing destinadas a la creación de necesidades, los conflictos derivados de la libre competencia, las fluctuaciones bursátiles... y, muy engelianamente, su intrínseco caracter “autodestructivo” que lo conduce a sucesivas crisis.


[12] Este concepto, instaurado y desarrollado por Camilo Cienfuegos y Ernesto Ché Guevara, se basa en la experiencia de la guerra irregular contra la tiranía de Batista y, siendo una idea profundamente socialista, constituye uno de los pilares estratégicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) comandadas por Raúl Castro Ruz .


[13] Astérix y el Caldero (1969)


[14] El Combate de los Jefes (1966)


[15] Ernesto Ché Guevara, Op.Cit.


[16] Ernesto Ché Guevara, Mensaje a la Tricontinental. Editado por Secretariado Ejecutivo de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina. La Habana, Abril 16 de 1967.

28 septiembre, 2006

 

Inteligencias

Por Juan Gelman


Presionado por las reacciones que provocó, incluso entre los republicanos, la noticia que el domingo 24 publicaron el New York Times y el Washington Post acerca del documento que evalúa negativamente el desarrollo de la “guerra antiterrorista”, G.W. Bush dio a conocer el martes una parte del informe que en abril elaboraron los 16 organismos de espionaje de EE.UU. Son cuatro páginas de 30, según los que lo leyeron, y en efecto señala que la actividad terrorista “aumenta en número y en dispersión geográfica” esencialmente a consecuencia de la invasión y ocupación de Irak: “El conflicto iraquí se ha convertido en la cause célèbre de los jihadistas, alimenta un profundo resentimiento contra EE.UU. en el mundo musulmán y cultiva seguidores del movimiento jihadista mundial” (i.a.cnn.net/cnn/2006, 26-9-06). La inteligencia del presidente Bush no acepta lo que dicen sus servicios de inteligencia.

En la conferencia de prensa del martes 26 en que anunció la desclasificación parcial del documento, volvió a aseverar que “el único modo de proteger este país es permanecer a la ofensiva” y atribuyó la filtración a funcionarios interesados en “confundir las mentes del pueblo norteamericano” (New York Times, 27-9-06). El informe es taxativo: “Si esta tendencia (el crecimiento del terrorismo) continúa, las amenazas a los intereses de EE.UU. tanto en el propio territorio como en el extranjero se diversificarán y se incrementarán los ataques en todo el mundo... Crece el sentimiento antiestadounidense y contra la globalización, y esto incentiva a otras ideologías radicales. Podría empujar a algunos grupos izquierdistas, nacionalistas o separatistas a adoptar métodos terroristas para atacar los intereses de EE.UU. El proceso de radicalización se desenvuelve con más rapidez, amplitud y anonimato en la era del Internet y abre la posibilidad de ataques por sorpresa de grupos desconocidos cuyos miembros y cómplices sería difícil identificar”.

Es un golpe inesperado para la Casa Blanca a seis semanas de las elecciones del 7 de noviembre en que se elegirán nuevos parlamentarios y algunos gobernadores: descalabra la estrategia electoral de los republicanos, basada en la consigna de que la guerra antiterrorista acrecentó la seguridad de EE.UU. Los demócratas no tardaron en llevar estas aguas a su molino: “La guerra de Irak disminuyó nuestra seguridad”, comentó John D. Rockeller, la figura principal de ese partido en el Comité de Inteligencia del Senado. El senador Edward Kennedy asestó: “Abunda la evidencia de que necesitamos un nuevo curso en Irak mediante el redespliegue estratégico de nuestras tropas para combatir y ganar la verdadera guerra contra el terrorismo. El pueblo estadounidense lo sabe y nuestros líderes militares también. Son los dirigentes republicanos, con la cabeza metida en la arena, los únicos que se niegan tercamente a cambiar el rumbo y así tornan más difícil la guerra antiterrorista” (AP, 24-9-06). La oferta es obvia: los demócratas la harían mejor.

Casi los dos tercios de la opinión pública norteamericana estima que la guerra de Irak va “de algún modo mal” (28 por ciento) o “muy mal” (33 por ciento), según la encuesta que el New York Times y la cadena CBS realizaron a principios de mes. Hasta el mismo credo que profesa G.W. Bush, el de la Iglesia Metodista Unida, se ha unido a la campaña de protesta y desobediencia civil pacíficas contra la guerra: sus representantes firmaron frente a la Casa Blanca la declaración de más de 500 organizaciones –casi la mitad, confesionales– que exige al mandatario la retirada de las tropas. El llamamiento califica la situación en Irak de “incendio interminable que consume vidas, recursos y las frágiles posibilidades de paz”. La obispo Susan Morrison señaló en el acto de la firma: “La demanda de nuestro movimiento es terminar la guerra ya” (Common Dreams News Center, 25-9-06). Se ignora si la postura de su propia iglesia ha creado alguna duda a quien se cree ejecutor de una misión que Dios le encomendó.

La situación del frente militar ennegrece a la Casa Blanca: el número de bajas definitivas de sus efectivos en Irak se acerca a 2700, además de 20.000 heridos –una estimación modesta–, para no hablar de las decenas de miles de civiles iraquíes que siguen muriendo día a día. La guerra les viene costando 300.000 millones de dólares hasta ahora y se ha disipado la ilusión de que la producción petrolera de Irak la financiaría muy pronto. El general Peter J. Schoomaker, jefe del Estado Mayor del ejército, pide al Pentágono un aumento del 41 por ciento del presupuesto militar, que este año es de apenas 98.200 millones de dólares, aumento que considera imprescindible para mantener el actual nivel de combate en el país ocupado (Los Angeles Times, 25-9-06). No es la única esperanza de preguerra que se licuó en la Casa Blanca.

El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, aseguraba antes de la invasión de marzo del 2003 que a fines de ese año sólo quedarían 30.000 soldados norteamericanos en Irak. Durante todo el 2005 dijo que retiraría 30.000 para custodiar los comicios de noviembre, pero su número aumentó, llega a 145.000 efectivos y los mandos dicen en privado que la única solución para ganar la guerra es enviar 60.000 soldados más, en particular reservistas y guardias nacionales (ABC, 25-9-06). Esto socava las posibilidades electorales del partido republicano: los unos y los otros tienen casa, familia, trabajo y raíces en sus comunidades, y probablemente ninguna gana de morir en Irak. Como dijo un francés anónimo, una guerra no produce 100.000 muertos, sino 100.000 veces una muerte.

27 septiembre, 2006

 

Operación Goebbels: Venezuela: Falsimedia comienza el plan de desestabilización contra Venezuela y de sabotaje de la prevista elección de Chávez

Antonio Maira


La agencia Reuters acaba de difundir un despacho con el que inician el plan de desestabilización de Venezuela y señalan los argumentos con los que trabajará a partir de ahora Falsimedia. El plan pretende alterar las previsiones electorales -enormemente favorables a Chávez- o deslegitimar el proceso de elección.





Como es de rigor en estos casos, se cubren simultáneamente varios objetivos alternativos. El primero es el de trabajar psicológicamente al electorado para plantearle como probable una derrota de Chávez. “Las elecciones serán más reñidas de lo que vaticina el oficialismo”, afirma Reuters que se remite a la firma privada Penn, Schoen and Berland Associates (PSB), encuestadora experta en previsiones y manipulaciones electorales. El objetivo fundamental, sin embargo, no es el de plantear el “deseo” de los electores de sustituir a Chávez, sino el de crear la matriz de opinión –especialmente fuera de Venezuela- de que tal sustitución es imposible en las condiciones en las que se van a tener lugar las elecciones.









El Miedo va a ser el principal argumento de deslegimimación electoral: “Miedo, factor clave en comicios Venezuela” es el título del despacho de Reuters.






“En Venezuela existe un clima de miedo que está distorsionando los resultados de los sondeos a favor del presidente Hugo Chávez”, dice Douglas Schoen, director de la firma.






A partir de esa afirmación la empresa encuestadora-manipuladora presenta las razones de las enormes diferencias entre sus previsiones y las de otras encuestas como las de Datanálisis. Penn da una ventaja a Chávez de 13 puntos sobre el principal competidor, Manuel Rosales, mientras que Datanálisis le concede una diferencia de 41 puntos.






"Creo que hay un significativo factor miedo. Del 10 al 20 por ciento de los electores tiene miedo", dice Shoen, con lo que enjuga de un solo golpe la pequeña diferencia que le dan sus sondeos electorales.






No es la primera vez que Penn, Schoen and Berland Associates (PSB), trabaja en Venezuela, ni tampoco la primera que es uno de los agentes principales de intentos escandalosos de manipulación de los resultados electorales. En el referéndum revocatorio –convertido en clamorosamente confirmatorio por el pueblo venezolano- la firma protagonizó una encuesta a pie de urna diametralmente opuesta a los resultados favorables a Chávez que serían sancionados por todos los observadores internacionales. La empresa encuestadora-manipuladora actuaba así como ariete para justificar asonadas y guarimbas, o nuevos golpes, contra el presidente legítimo y legitimado de Venezuela.






En realidad Schoen y CIA, alardea de su capacidad de maniobra en procesos electorales en los que la disponibilidad total de Falsimedia permite alterar la realidad con previsiones, anticipaciones, y cuestionamientos sobre la limpieza electoral o la fiabilidad de los resultados. En su presentación publicitaria PSB afirma que " estuvo involucrado en las campañas que llevaron al colapso de los regímenes autoritarios de Slobodan Milosevic y Víktor Yushenko en Yugoslavia y Ucrania, respectivamente".






En la apreciación de los resultados de las encuestas, PSB afirma que utilizó una metodología que garantiza “pleno anonimato en un entorno con alto grado de miedo”. Con eso se califica como el único encuestador fiable.






La oposición, con Rosales –exgolpista del 11 de abril- a la cabeza, afirma que las condiciones electorales son las mismas que denuncia la imparcial empresa encuestadora. El Consejo Nacional Electoral habría aprobado normas que “promueven la abstención y el miedo al provocar dudas sobre el anonimato del voto”. "El miedo electoral existe. No hay ninguna duda que todos los mecanismos que el gobieno ha utilizado en estos últimos años para amedrentar se han enfocado en evitar que la gente exprese lo que verdaderamente piensa" afirmó el dirigente de la campaña del aspirante Rosales.






Llueve sobre mojado en esta estrategia de deslegitimación. En las elecciones legislativas de 2005, la oposición se retiró en bloque de los comicios cuando confirmó sin lugar a dudas que iba a ser barrida por la coalición bolivariana de Chávez. Su desaparición de la Asamblea Nacional fue compensada por una participación muy baja que sólo alcanzó el 25%.






Desde hace algunas semanas se denuncia en Venezuela la puesta en marcha de este plan de estabilización que tendría además una carta escondida: el esesinato de Chávez. "Ha surgido un nuevo elemento: una posible conexión con el Mosad, el sofisticado servicio secreto israelita. Capaz de cualquier cosa", ha dicho hace dos días el diario Vea.






Chávez también advirtió que el presidente estadounidense, George W. Bush había dado la orden para asesinarlo, después de su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas en la cual calificó de "Diablo" al mandatario norteamericano.






Chávez también detalló el proceso de desestabilización vinculado a las elecciones presidenciales: la idea es publicar números falsos sobre un presunto avance del opositor Manuel Rosales, asegurando en noviembre que la oposición superó ampliamente las preferencias de votación. "En octubre van a decir que estamos empatados; en noviembre que me pasó. Ellos saben que es mentira, lo van a difundir a nivel mundial (...) van a decir que está ganando el candidato de la oposición, el candidato del Diablo, y luego tratar de generar violencia", precisó.

26 septiembre, 2006

 

Uruguay: Despistados defensores de la impunidad

Escribe Hugo Cores
PVP-567- Frente Amplio



Sería interesante analizar e intercambiar opiniones sobre algunos hechos recientes. El primero es una crónica publicada en el semanario Búsqueda acerca de algunas violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y de los posibles responsables de algunos de los crímenes más significativos de aquel período.



La crónica aludida ha merecido el rechazo tajante de algunas personalidades políticas y de familiares de las víctimas, pero la significación política e institucional del asunto hace necesario otros pronunciamientos por parte de las autoridades competentes. Por un lado, quienes vienen trabajando con los problemas de las fuerzas armadas y el proceso por el cual culminan su demasiado lenta incorporación a las reglas de juego de la democracia.

Por otro quienes desde el gobierno se vienen ocupando de las líneas de acción que tienen que ver con los procesos a los militares indagados por hechos que han sido excluidos de la Ley de Caducidad y, al mismo tiempo, los que tienen a su cargo resolver las instancias derivadas de los pedidos de extradición formulados desde Argentina. Cuestiones, como se ve, todas ellas muy interrelacionadas.



Calláte que se te entiende todo



La crónica de Búsqueda dice ser el resultado de “una investigación realizada durante los últimos meses por periodistas” del semanario. En realidad su contenido consta, básicamente, de transcripciones del propio periódico, en algunos casos alterando de manera sustancial datos sobre los que luego se construyen las hipótesis que en materia penal sustenta el artículo.

El propósito es claro. Se trata de desvincular de toda responsabilidad al grupo de oficiales del SID, liderado por Gavazzo, con el asesinato de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz.

En el episodio -cuyo contenido emblemático forma parte de una fuerte tradición de lucha por los derechos humanos en nuestro país- no existiría ninguna responsabilidad de militares ni de gobernantes uruguayos.

Para llegar a esa conclusión hay que forzar mucho los hechos, eliminar buena parte de los que se sabe y suponer que una gran parte de la población ha perdido la memoria y la facultad de razonar.



Un intento de “disolver la realidad” y degradarla



La labor del periódico de las derechas apunta a entreverar las cartas y sembrar la confusión acerca de cómo han venido actuando los organismos de derechos humanos y la prensa que se ha hecho eco de las denuncias.

Al mismo tiempo busca enturbiar el pensamiento y la acción del gobierno en la materia.

Al hacerlo, el periódico reitera su compromiso con el establishment de la dictadura y con los dirigentes políticos que en democracia han trabajado, con una dedicación digna de mejor causa, a favor de la impunidad.



Es claro que ese sector de operadores políticos juega con fuego. Sus escritos son funcionales a los intereses y al discurso actual de los sectores más recalcitrantes del colectivo militar.



Es un relato que apunta, irresponsablemente, a colocar a los militares que actuaron en las tareas más sangrientas de la represión como víctimas de una conspiración de la izquierda, esta vez con el concurso de jueces y fiscales.

En este terreno en las últimas semanas se han ido acumulando hechos y circunstancias que no debieran pasar inadvertidas. Las amenazas formuladas por uno de los acusados, Ernesto Ramas, a la fiscal actuante en el proceso que se sustancia en el Juzgado Penal de 19 º Turno, Dra. Mirtha Guianze, es un acto inadmisible.



Supone que el militar retirado, sobre el que pesan acusaciones gravísimas, dispone de información acerca de la vida personal de funcionarios del ministerio público y que usa esa información para ejercer presión sobre los mismos.



Las actuaciones de los magistrados, Luis Charles y Mirtha Guianze, han demostrado su solidez y su apego a la ley. En todo caso el sistema judicial habilita las instancias de apelación que los defensores entiendan conveniente sustanciar y que tendrán el tratamiento que dispongan los tribunales.



Dado que es la primera vez, en más de veinte años, que el Poder Judicial asume el tratamiento de casos relevantes en el terreno de las violaciones a los derechos humanos debiera respetarse la competencia que la Constitución de la República le asigna.

Lo otro son presiones ilegítimas. Apuntan al quebrantamiento del principio republicano de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Y para esa recidiva autoritaria hay cada vez menos lugar en la sociedad uruguaya de hoy.



Otras actitudes preocupantes



El otro hecho, que no llegó a sustanciarse, ha sido informado por el diario El País. Según da cuenta en su edición de ayer, en el Ejército se habría iniciado, en el curso de la semana pasada, un movimiento destinado a realizar el día sábado 23 una asistencia masiva de oficiales en actividad a la Cárcel Central en una visita a los oficiales procesados (Gavazzo, Gilberto Vázquez y Jorge Silveira).



La organización del evento – en caso de confirmarse la iniciativa- se procesó con arreglo a métodos de comunicación que evitaran el conocimiento público de la acción propuesta. No obstante, la noticia llegó a las autoridades y el Comandante del Ejército habría desactivado la iniciativa anunciando que la actividad no estaba autorizada.



No es un hecho carente de importancia. Sin exageraciones ni estridencias debe quedar claro que son inamisibles las presiones realizadas por funcionarios dependientes del Ministerio de Defensa Nacional. Presiones que además aparecen ligadas a la defensa de lo actuado en indefendibles tareas de represión política como los asesinatos, el robo de niños, los secuestros y las ejecuciones masivas.

¿Cómo se puede llegar a transformar a estos individuos en objeto de una acción solidaria de jóvenes oficiales?

Es toda una zona de temas a examinar. ¿Qué versión de los hechos históricos se enseña en los institutos de formación de oficiales?



¿Se recurre, por ejemplo, a los libros editados por la Junta de Comandantes en Jefe durante la dictadura?



Se trata, efectivamente, de textos que tienen una significación. Tienen el sentido de expresar de manera descarnada una ideología militarista y antidemocrática extrema. Una literatura llena de ataques a “los políticos” no solo a los de izquierda sino también a los blancos y colorados. Ataques permanentes al Parlamento, a la prensa y a los sindicatos. A Wilson Ferreira, a Líber Seregni, a Juan Pablo Terra. Ataques a sectores de la Iglesia, como Monseñor Partelli, entre otros.



Intoxicado con esa prosa histórica, muy poco apegada al laicismo por cierto, resulta comprensible que alguien piense de tal manera que lo impulse a hacer una demostración colectiva de solidaridad con Gavazzo. Pero ese pensamiento, impregnado de la doctrina de la seguridad nacional, no es el que se sustancia en la Constitución y las leyes que regulan a la sociedad uruguaya.

24 septiembre, 2006

 

Gorriarán Merlo cuenta su versión

REPORTAJE UN MES ANTES DE SU MUERTE

En una larga charla realizada el 16 de agosto con un periodista marplatense, el dirigente del ERP y del MTP contó su vida política, desde la campaña por Frondizi y las luchas por “laica o libre”, hasta el copamiento de La Tablada. Cómo planeó el atentado contra Somoza. La fuga de Rawson. El debate sobre el foquismo y la coordinación con Montoneros.



Por Juan Carrá


Enrique Haroldo Gorriarán Merlo vive en un amplio departamento en un edificio antiguo y muy bien cuidado. Su estudio atiborrado de libros tiene una mesa con una computadora y muchos papeles. A los 64 años, cuenta su carrera política en sus términos.


–¿Cómo empezó su vida política?

–La primera actividad política que hice, sin tener un grado de conciencia sino más que nada por cuestiones familiares, fue cuando tenía 16 años, al apoyar la candidatura de Frondizi en 1958. La segunda fue contra Frondizi el mismo año, cuando mandó al Congreso un proyecto para reglamentar la enseñanza libre. La enseñanza libre consistía en que las universidades privadas podían otorgar títulos habilitantes, entonces nosotros que estábamos con la enseñanza laica tomamos varios colegios, hubo meses de huelgas y conflictos que terminaron con una solución intermedia, a partir de una propuesta de un diputado radical. Para nosotros en el momento lo tomamos como una victoria, sin embargo, visto a la distancia, esto es lo que empezó la privatización de la enseñanza, porque se promulgó una ley que permitía que las universidades privadas otorgaran títulos habilitantes siempre y cuando lo aprobaran las universidades de Estado. A partir de este conflicto me tuve que cambiar de escuela, a una de Pergamino, y ahí conocía Luis Pujals, que ya era militante revolucionario, de izquierda, y fue el primero que empezó a hablar conmigo de un proyecto revolucionario, del socialismo. Al año siguiente terminamos la secundaria en lugares diferentes pero volvimos a encontrarnos en Rosario. El estudiaba Derecho y yo Ciencias Económicas, y al año siguiente volvimos a coincidir en el servicio militar. Ahí justo se produjo el enfrentamiento entre Azules y Colorados, del que participamos sin saber para qué era. Cuando salimos de ahí, yo ya lo acompañaba, él estaba en una organización que se llamaba Palabra Obrera pero estaba con divergencias con la cuestión del trotskismo y participamos en la campaña electoral de 1962 en la provincia de Buenos Aires, apoyando la candidatura de Andrés Framini, candidato peronista. Bueno, ganó y se anularon las elecciones. Después viene el golpe contra Frondizi, el reemplazo por Guido y después el gobierno de Illia. Esas elecciones de 1963 fueron las primeras en que yo voté y también las últimas hasta el año pasado. Más de cuarenta años hasta que voté por segunda vez. Asume Illia y empieza toda esa conspiración que termina en el golpe de Onganía. Yo, ya en el ’65 estaba incorporado al Partido Revolucionario de los Trabajadores.

–¿Cómo recordás los primeros pasos del PRT?

–Yo me incorporo cercano al sector de Roby (Mario Roberto Santucho), que venía del Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP), el otro afluente en la formación del PRT. En la fusión con Palabra Obrera se buscaba, desde la óptica nuestra, fundamentalmente de Roby, no una adhesión al trotskismo, sino extender la organización a nivel nacional y llegar a los sectores del movimiento obrero industrial. El PRT se funda el 25 de mayo de 1965 y su primer acto político es ir a las legislativas en Tucumán en alianza con el peronismo que encabezaba un tal Riera, un sector disidente. Esas elecciones fueron en marzo, unos meses antes de la fundación del PRT, pero ya era el PRT, nada más que todavía no tenía el nombre. Esas elecciones se ganaron, tuvimos dos diputados nacionales y un senador provincial, del lado nuestro. Ahí impusimos un método novedoso, y que creo que no se ha vuelto a repetir en la política argentina, que fue la elección de los candidatos por las bases y eso lo aplicamos fundamentalmente en los ingenios, donde las asambleas populares elegían los candidatos que nosotros llevábamos a la alianza que habíamos formado. Uno de los diputados era Benito Romano, del peronismo revolucionario, que siempre trabajaba con nosotros. El otro fue Simón Campos, secretario general del ingenio Santa Rosa, miembro de la dirección del PRT. El senador provincial era Leandro Fote, del ingenio San José, también del PRT.

–En 1966 se produce el golpe de Onganía. ¿Cómo lo viven en el partido?

–Lo primero que hacen es proscribir los partidos políticos, cerrar el Congreso, intervenir los sindicatos. Empezamos a promover movilizaciones con el objetivo de recuperar las libertades perdidas, sin plantear todavía la lucha armada, a pesar de que en América latina ya se discutía mucho este tema. La respuesta de la dictadura fue la represión arbitraria, la persecución indiscriminada y la muerte. Cayó primero Santiago Pampillón en Córdoba. Así hasta el ’69, hasta la muerte del estudiante Cabral, ahí se hacen marchas de repudio en todos lados. En estas marchas en Rosario matan a otros estudiantes. Ahí se viene el Cordobazo, los Rosariazos; comienzan las desapariciones con Alejandro Baldú en marzo del ‘70. Recién en junio de ese año se funda el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

–Usted estaba en Rosario, donde ya venían funcionando comandos.

–En enero de 1969 habíamos hecho una acción para recaudar fondos en el Banco de Escobar, la dirigió Roby, estaban Batalles y Negrín. En septiembre hacemos una acción en Rosario que recuperamos dos fusiles FAL y unas pistolas 45 que se las sacamos a los gendarmes. Estas fueron las primeras armas de guerra que tuvimos. Después, ya formado el ERP, se hacen las acciones explicando y firmando, también en Rosario.

–¿Qué los lleva a tomar el camino de la lucha armada?

–Nos decidimos abiertamente por la lucha armada cuando vimos que no había ninguna otra posibilidad de enfrentar a la dictadura, que tenía una particularidad respecto de las anteriores: se planteaba dentro del concepto de la Doctrina de Seguridad Nacional, impulsada por los Estados Unidos, sin “plazos sino objetivos”, pensando en veinte años. Este panorama ayudó a que surgieran diferentes organizaciones armadas.

–¿Tenían algún tipo de preparación militar? Se dice en varios libros que Santucho había tenido entrenamiento en Cuba.

–Roby viaja a Cuba en 1961. Mientras está ahí sucede lo de Girón y la declaración por parte de la revolución de su rumbo al socialismo. Este viaje lo define tajantemente por el socialismo. Ahí se dice que él hizo entrenamiento, pero eso no es así. Recién a fin de julio, principios de agosto del ’71, viajamos él y yo a Cuba y establecemos relaciones formales con el Partido Comunista de Cuba y con Cuba. En ese viaje arreglamos por primera vez para unos treinta y pico de compañeros que fueran a entrenar por algunos meses en táctica guerrillera, urbana, rural. Hasta ahí no teníamos demasiado entrenamiento, era todo imaginación.

–¿Y desde el punto de vista teórico?

–En esa época había diferentes modelos, estaba lo que se llamaba el foquismo cuyo teórico era Regis Debray, a partir de una tergiversación de la experiencia cubana. Nosotros no compartíamos esa teoría. Después está la guerra popular y prolongada que había descripto Mao. Había teorías insurreccionales. Nosotros intentamos, siempre influidos de alguna manera por las teorías predominantes de la época –al no tener experiencia uno se guiaba por lo que leía o podía conocer–, tratamos de elaborar una doctrina propia para el enfrentamiento militar a la dictadura, que constaba en la combinación de la lucha en el campo y la ciudad. Lo que pensábamos era que en la ciudad había que organizarse en estructuras pequeñas precisamente porque el enemigo ahí tenía más posibilidades de represión. Y pensábamos que, si bien socialmente en la Argentina la mayoría de la población se concentra en las ciudades, el campo albergaba una población favorable, más en Tucumán, donde paralelo a la montaña existían la mayoría de los ingenios de la provincia, donde había una tradición de lucha. Estos lugares ofrecían condiciones para formar grandes unidades militares, poder dar combate de igual a igual con el ejército enemigo. Los Montoneros, por ejemplo, a partir de la predominancia de la ciudad, de la composición urbana de la población y del movimiento obrero industrial, cosas que nosotros también considerábamos mucho también, pensaban que la guerrilla debía darse sólo en las ciudades. Esta posición de Montoneros se modificó a finales del ’75 y tres compañeros de ellos hicieron una experiencia con nosotros en Tucumán y después intentaron la instalación de una unidad guerrillera en el monte. Pero son sorprendidos antes de entrar y es donde, en una zona cerca de El Cadillal, al norte de la ciudad, muere el hijo del general Alsogaray, en febrero del ’76. Esto se da en el marco de retomar las relaciones de unidad que pretendíamos que terminaran en la creación de la Organización para la Liberación de Argentina (OLA)

–¿Cómo fue la fuga del penal de Rawson?

–Llego a Rawson con Humberto Toschi, Alejandro Ulla y Roby en abril del ’72, después de haber elaborado un plan de fuga en Devoto que se frustró porque nos trasladaron. En esa época, como no había una instancia legal, como ahora, que estuve preso por La Tablada, lo primero que planificábamos era la fuga. En lo de La Tablada apostamos a una defensa jurídica para lograr un pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a partir de ahí presionar por la libertad. Cuando llegamos a Rawson había un plan para seis compañeros basado en el apoyo de un guardiacárcel de apellido Fazio, de quien el “Gringo” Domingo Mena se había hecho amigo. Era para hacer un túnel que cruzara el muro, de ahí tomar un auto para ir hasta Bahía Blanca aprovechando el tiempo que va entre el último recuento de la noche y el primero de la mañana, lo que daba unas nueve o diez horas. Comenzamos analizar la situación vimos que Fazio podía entrar armamento, que es lo que hizo, y un uniforme militar. Eso nos permitía copar el penal desde adentro hacia afuera, que era fundamental porque el ejército tenía todo el sistema de seguridad previendo una incursión desde afuera y no desde adentro. Esto requería un apoyo externo muy limitado, tres vehículos para trasladarnos del penal al aeropuerto y ocupar el avión para lo cual iban a estar dos compañeros en el aeropuerto y otros dos en el avión que venía de Comodoro Rivadavia. Ahí se habló con las FAR y con Montoneros, todavía no estaban unidos, de las FAR estaban los dos máximos dirigentes: Roberto Quieto y Marcos Osatinsky, y Fernando Vaca Narvaja por Montoneros. Montoneros no apoyó el plan de fuga pero permitieron que participaran los que estaban adentro. O sea que el apoyo externo estaba a cargo de las FAR y del ERP. El responsable externo fue Jorge Marcos, del ERP. A este compañero se suman dos más del ERP que venían en el avión, Ana Weis de las FAR, que estaba con Jorge en el aeropuerto, y tres compañeros también de las FAR que son los que estaban encargados de los vehículos. Esta es la parte que falla del plan: cuando tomamos el penal se produce un pequeño enfrentamiento armado, entonces uno solo de los compañeros de los vehículos, Carlos Goldemberg, ingresa con el auto con el que nos íbamos nosotros a ver cómo podía ayudar. Mientras que los otros dos se retiraron, creyendo que se había abortado la operación.

–En la película Trelew el responsable de los vehículos dice que ve la señal de que la operación estaba abortada.

–Eso es falso. Había una sola señal, para entrar. Lo que pasa es que ellos tenían la concepción de que la operación podía fallar, así que cuando escucharon los disparos es como que se les confirmó la suposición.

Entonces se retiran y se van. Cuando los encuentra Jorge Marcos en el aeropuerto, Jorge les dice que fue un error y vuelve con ellos al penal. Peor: ya estaba todo rodeado. Después se da lo más conocido, llegamos nosotros al aeropuerto y el avión ya estaba carreteando. Vaca Narvaja y yo fuimos a la torre y les dijimos que éramos del ejército y que pararan el avión porque había una denuncia de atentado. Cuando los compañeros arriba del avión se enteran de que supuestamente el ejército lo había frenado lo ocupan. Nosotros vamos para la pista, copamos el avión, vamos para la cabecera de la pista y cuando nos enteramos que la represión estaba al tanto de todo decidimos salir para Chile. Ahí el gobierno de Chile nos dio las garantías de no devolvernos a Argentina, pero nos pedían los tiempos políticos para que la cosa no generara un resquebrajamiento brutal de las relaciones entre Chile y Argentina. Es lo que hizo Allende y cumplió estrictamente.

–¿El los recibió personalmente?

–No, a Allende nunca lo vimos, eso que se dice que se reunió con Roby es mentira y mucho menos que le regaló un arma. Allende te podía regalar un libro pero nunca un arma, era pacifista y murió creyendo en eso. Lo digo respetuosamente porque él creía en esa forma de actuar. El que hacía los contactos entre él y nosotros era Juan Bustos, secretario general del Partido Socialista de la zona centro, que ahora es diputado.

–Saltando un poco en el tiempo, ¿por qué siguen adelante con la acción de Monte Chingolo si, se supone, estaba cantada?

–Fue un error. No sabíamos que estábamos infiltrados, sino que había indicios de eso. Ahora eso se hizo público en seguida, y el que se hizo responsable fue Roby, que fue quien tomo la decisión. Eso sucede inmediatamente después, cuando se hace el balance de la acción, que fue dramático. La muerte de muchos compañeros. Algunos mueren arrojando granadas que, como el infiltrado estaba en la parte de logística, las había fabricado sin el retardo.

–¿Y cuál es la decisión política que hay detrás de La Tablada?

–Creíamos que no iba a haber repetición de intentos de golpes militares en esa época, fundamentalmente por el efecto psicológico que había provocado sobre las Fuerzas Armadas la derrota de Malvinas y porque calculábamos que la brutal represión que habían hecho sobre el pueblo los años anteriores iba a crear un repudio cada vez más grande, y no hay golpe que se pueda dar sin apoyo de los civiles. Entonces nos sorprendió Semana Santa en abril del ‘87, y lógicamente nos opusimos a la actitud del gobierno. La bandera que se ve en la plaza ese día que dice “Entre todos paramos el golpe”, era del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Nos opusimos a la política de Alfonsín, la considerábamos una política equivocada, pero una política. Alfonsín consideraba que iba a evitar el golpe haciendo concesiones a los militares. Nosotros lo que considerábamos era que eso iba a generar nuevas sublevaciones, cosa que ocurrió. Pero creíamos que según cómo evolucionaba la situación con el tiempo se podría revertir. Lo que políticamente nos alertó mucho fue cuando nos enteramos de las reuniones del menemismo con Seineldín. Eso lo averigüé por un informe de un agente de la Guardia Nacional panameña, que había estado conmigo en Nicaragua en la guerra contra Somoza. Corroboramos esa información, se la pasamos al gobierno. Ellos estaban seguros que podía ser, pero no sabían qué hacer, estaban impotentes. Y corroboramos las relaciones del menemismo con ese sector del ejército. Con todos los dirigentes menemistas con los que hablamos, lo que nos decían, más precisamente lo que nos dijo Jorge Busti, el actual gobernador de Entre Ríos, era que entre un ejército liberal y uno nacional preferían el nacional, con lo que nos daba a entender que apoyaban a Seineldín. Cuando nos enteramos de la primera reunión directa entre Menem y Seineldín, que se hizo en las primeras semanas de enero del ’89, hicimos la denuncia pública primero y la judicial después, presentamos dos testigos que tenían vínculos con los golpistas. A pesar de eso seguían con el plan y es por eso que decidimos tomar La Tablada. La causa política es que la alianza entre Menem y Seineldín tendía a repetir la sociedad cívico militar que fue el sustento de todos los golpes del ’30 en adelante y todos teníamos familiares, compañeros o amigos desaparecidos y los más grandes habíamos vivido en carne propia la persecución, la tortura, la prisión. No queríamos que de ninguna manera se volviera a repetir.

–¿Llegan a tener alguna reunión con Alfonsín?

–Todas las reuniones son con Nosiglia y con Gil Lavedra, ministro del Interior, con Alfonsín no. Le hicimos llegar a través de Nosiglia una grabación donde Seineldín explicaba el plan del golpe. Como no respondió, hicimos pública esa grabación, salió en muchas radios. Empezaron a decir que no era la voz, que podía ser un imitador.

–¿Cuál es el saldo de La Tablada?

–Hubo 43 muertos, 32 compañeros nuestros y 11 militares. De éstos, eran 5 militares, 2 oficiales de policía y 4 soldados. De los soldados tres cayeron por balas militares. Los otros son bajas hechas por nosotros, no con la intención de matar a los soldados sino por la ubicación en el combate. De los compañeros nuestros 13 fueron fusilados después de detenidos, 10 producto de las bombas de fósforo, o la quema de cuerpos que estaban muertos, cinco de ellos están todavía sin reconocer por este tema. A Pancho Provenzano lo reconoció su hermano por una operación que tenía de columna, no había quedado casi nada. Y tenemos todavía tres desaparecidos. Otros estuvieron presos 14 años, yo ocho y nueve Ana María Sívori.

–¿Cómo fue el atentado contra el dictador nicaragüense Anastasio Somoza?

–Esa, a diferencia de lo que se dice, no fue una acción por venganza, fue una emboscada al jefe de la contrarrevolución. El se escapa a los Estados Unidos, posterior al triunfo de la revolución sandinista, estaba Jimmy Carter como presidente, que fue una especie de pausa en la Doctrina de Seguridad Nacional, por lo tanto no recibió apoyo. Por eso Somoza se va a Paraguay, por el apoyo que le da Stroessner y los vínculos del paraguayo con la dictadura argentina. Desde ahí buscó el apoyo a través de un grupo de asesores, previo acuerdo con la dictadura que en ese momento gobernaba en Honduras, para que se establecieran ahí. La Argentina le dio ese apoyo y ahí se quedaron. Digamos que cuando actuamos contra Somoza ya estaba el grupo de asesores argentinos en Honduras, encabezado por el mayor Silveira, hoy acusado de la desaparición de 164 persona en Honduras. Anda por acá en la calle. Así se estaba conformando la contrarrevolución y ya hacían las primeras acciones para recuperar el poder en Nicaragua. A partir de eso surgió la idea de atentar contra él, lo único que sabíamos era que estaba en Paraguay. Fuimos unos cuarenta días, para poder ubicarlo la primera vez. Después, ya de acuerdo a los movimientos que íbamos observando, fuimos buscando las distintas formas posibles de actuar, hasta que nos dimos cuenta que mantenía movimientos muy irregulares. Por esto decidimos ubicarnos en un punto fijo en un paso obligado, sin llamar la atención, a la espera de que se den las condiciones para actuar.

–¿En el equipo estaba Hugo Irurzún?

–Claro, es el que maneja la bazuka. Eramos tres los que actuábamos directamente contra Somoza. Dos compañeros y yo. Mi tarea era contener a la guardia que venía en un auto detrás. Irurzún tenía que dispararle un cohete al auto y el tercer compañero servía de apoyo y cortaba el tráfico. Como se trabó el cohete, yo me encontré con Somoza a menos de tres metros, el auto estaba frente a mí. Entonces, desde la vereda disparé contra él. Para esto, los guardias que yo tenía que controlar, se parapetaron detrás de una casa y empezaron a disparar. Entonces el compañero que estaba cortando la calle dispara sobre ellos y tienen que esconderse. Eso me permite meterme adentro de la camioneta, cubrirme y cambiar el cargador. Lo mismo hace Irurzún, con el segundo cohete cargado. Lo tira y ahí culmina la acción.



Velatorio y entierro


Los restos del ex dirigente del Movimiento Todos por la Patria (MTP), Enrique Gorriarán Merlo, fueron velados hasta hoy en la Avenida Córdoba y Salguero, mientras se esperaba la llegada de sus dos hijas, Adriana y Cecilia, desde Nicaragua. Por el velatorio pasaron diversos dirigentes, como el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray, el diputado kirchnerista Miguel Bonasso, el dirigente del MTD Evita Emilio Pérsico y el ex integrante del Comité Central del PRT-ERP Daniel De Santis. Pudieron verse coronas que provenían desde la cantante Mercedes Sosa hasta de la República Bolivariana de Venezuela. Gorriarán Merlo será enterrado hoy en el cementerio de Chacarita.

23 septiembre, 2006

 

La cultura revolucionaria en el guevarismo argentino

Entrevista a Enrique Gorriarán Merlo, líder guerrillero argentino

Néstor Kohan


Gorriarán es uno de los más célebres revolucionarios latinoamericanos. Combatió en Argentina, en Nicaragua y en otros países latinoamericanos. Entre muchas otras acciones, en 1979 participó del ajusticiamiento del sanguinario dictador nicaragüense Anastasio Somoza, por entonces exiliado en Asunción, Paraguay.Gorriarán fue militante y dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores y del Ejército Revolucionario del Pueblo [PRT-ERP], organización guevarista argentina dirigida por Mario Roberto Santucho [1936-1976]. Más tarde —ya disuelto el PRT-ERP y como dirigente del Movimiento Todos por la Patria [MTP]—, Gorriarán Merlo integró y dirigió el grupo que en 1989 asalta el cuartel militar de La Tablada [Argentina]. Por esta acción pasó varios años en prisión. Gorriarán Merlo constituye un testigo privilegiado de toda una época y un protagonista directo de varios hechos fundamentales de nuestra historia política. Con sus aciertos y con sus errores, este militante argentino, como muchos de sus compañeros y compañeras, le dedicó toda su vida a la revolución latinoamericana.

Néstor Kohan: En los relatos oficiales de la historia argentina se ha intentado deslegitimar la lucha revolucionaria de nuestro pueblo por diversas vías. La más famosa ha sido la teoría de los “dos demonios” (en la cual son homologados los militares asesinos y los revolucionarios). Otra forma más sutil ha consistido en atribuir a los revolucionarios una visión puramente “foquista” donde la batalla hegemónica y cultural y la lucha de ideas no habrían jugado ningún papel. ¿Cómo fue la integración de la lucha cultural e intelectual dentro de la vida política de la organización a la que vos perteneciste, el PRT-ERP?
Gorriarán Merlo: Al contrario de ese relato oficial, el PRT-ERP siempre le dio importancia a la faz popular y a la dimensión cultural de la lucha. Te doy un ejemplo. En 1973, cuando se dieron mayores condiciones de posibilidad, el partido [PRT] impulsó la publicación de un diario masivo. Se llamaba El Mundo y editaba los días domingos 100.000 ejemplares...

N.K.: ¿Durante cuánto tiempo existió esa publicación masiva?
G.M.: Bueno, hasta que lo cerraron... hasta que lo prohibieron en 1974. Además, clandestinamente, se editaban las revistas Estrella Roja y El Combatiente. La primera era el medio de comunicación del ERP, mientras que la segunda del PRT. Estrella Roja llegó a editar 30.000 ejemplares y El Combatiente alcanzó la cifra de 20.000. En 1973, durante los cortos meses del gobierno de Héctor J.Cámpora, se editaron legalmente. Luego, continuaron editándose clandestinamente. Lo que quiero decir es que entre ambas publicaciones se editaron 50.000 ejemplares cada 15 días. Si vos no tenés a quien llegar con estos periódicos, con estos medios de comunicación, si no tenés un público, si no hubiese habido una batalla cultural y de ideas apuntando a las masas, no hubiese tenido sentido publicarlos.
N.K.: ¿Existió algún trabajo o área específica para la batalla cultural dentro del PRT?
G.M.: Sí, por supuesto. Existió el Frente de Trabajadores de la Cultura (FTC), que aglutinaba a los trabajadores de la cultura, a los artistas y a los intelectuales. El FTC se creó y funcionó desde el comienzo. El ERP se fundó en junio de 1970 y ya desde ese momento comenzó a funcionar el Frente de Trabajadores de la Cultura. Varios de estos compañeros, que formaban parte del FTC, integrarán después el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS) que, mostrando una gran capacidad de movilización, realizó varios congresos masivos, cinco en total. Por ejemplo, en el año 1974, en pleno auge de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA [grupo paramilitar y parapolicial de la extrema derecha argentina dedicado a asesinar dirigentes y militantes de izquierda]), el FAS logró reunir a 30.000 personas en un acto en la ciudad de Rosario. No era fácil reunir tantas personas en un marco político determinado por la derecha más represiva, por la extrema derecha del peronismo.
N.K.: ¿Haroldo Conti era integrante del Frente de Trabajadores de la Cultura y del Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS)?
G.M.: Efectivamente. Haroldo era uno de sus integrantes. El 5 de mayo se cumple un nuevo aniversario de su desaparición. Haroldo, reconocido escritor de ficción, trabajaba la faz cultural. Eso no lo hacía a pesar de su militancia sino por su misma militancia. La militancia no iba en contra de su actividad cultural sino a favor de ella. No había otra posibilidad. Lo menos conocido de su personalidad, lo que ha permanecido más oculto, es que también era un militante pleno de la causa revolucionaria, integrante del PRT.
N.K.: ¿Vos lo conociste personalmente a Haroldo?
G.M.: No lo conocí personalmente. Sí lo conocí a través del los informes diarios. Yo estaba en ese entonces en Córdoba y en Tucumán [dos provincias argentinas] y Haroldo estaba en Buenos Aires [capital de Argentina]. Lo he visto en un acto del FAS, pero no tuvimos actividad conjunta. Haroldo Conti trabajaba en el área cultural y también en la esfera de informaciones del PRT y el ERP. Él tenía muchas relaciones y mucha información. Por ejemplo, cuando Haroldo desaparece él estaba encabezando un proyecto que consistía en la salida pública de una radio clandestina que iba a interferir la frecuencia de onda de Radio Colonia [popular radio de Uruguay que se escucha habitualmente desde Buenos Aires] con el objetivo de difundir nuestro pensamiento en forma masiva. Posteriormente, se intentó ocultar su militancia revolucionaria. Se lo caracterizó única y exclusivamente como escritor. Pero Haroldo fue secuestrado y desapareció porque era un revolucionario.
N.K.: ¿Cómo se expresaba ese pensamiento en su obra?
G.M.: Bueno, si vos leés su obra literaria, encontrás que todos sus cuentos, o la mayoría, son sobre la vida cotidiana. Además de que son bellos, expresan la vida de los verdaderos hacedores de la sociedad: las personas comunes. En su obra la gente común está mucho más presente que los “grandes personajes”. Por ejemplo Haroldo Conti escribe muchos relatos sobre la vida en Chacabuco [un pueblo de la provincia de Buenos Aires]: “La balada del álamo Carolina”; “Los novios”, etc. Una de las principales obras de carácter más político es Mascaró, el cazador americano, novela que escribe luego de ser jurado del premio cubano Casa de las Américas.
Haroldo Conti, entonces, además de ser un escritor reconocido desaparece por esa militancia. Él tenía una vida pública muy prestigiosa. A mí me sorprendió, por ejemplo, que una vez el escritor José Saramago declarara en una entrevista que él tenía una profunda admiración por la obra de Haroldo Conti. A raíz de esas declaraciones nos comunicamos con Saramago. Le agradecimos lo que dijo y además le explicamos que Haroldo Conti también era compañero nuestro y militante del PRT. Incluso Saramago se solidarizó con nosotros [Gorriarán se refiere aquí a los presos políticos de La Tablada. N.K.] cuando estábamos prisioneros haciendo una huelga de hambre. Lo conocimos a Saramago por Haroldo, quien hacía más de veinte años que estaba desaparecido.
N.K.: Otro de los compañeros que formaron parte de ese espacio cultural fue el cineasta Raymundo Gleyzer...
G.M.: Sí, por supuesto. También ahora —el 27 de mayo— se cumple otro aniversario de la desaparición de Raymundo.
N.K.: ¿Raymundo también participó del Frente de Trabajadores de la Cultura?
G.M.: Sí, allí militaba. Pero además Raymundo había creado una corriente de cine que se llamaba Cine de la base. Él la dirigía. Gleyzer, por ejemplo, había dirigido el film México: la revolución congelada. Es de 1970, si no recuerdo mal. Allí hace toda una crítica a la política mexicana del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI). El contenido de esa crítica de Gleyzer al PRI, donde le critica toda la burocratización de la revolución de Villa y Zapata, hoy es reconocida mundialmente. A mí me parece que Raymundo hubiera sido uno de los principales y más importantes cineastas de la Argentina si no hubiera desaparecido. Él era muy joven. Tenía menos de cuarenta años.
N.K.: ¿En la película dirigida por Raymundo Los traidores intervino el PRT?
G.M.: ¡Esa es una gran película! Los traidores expresa, como yo no vi nunca en ningún otro film, lo que es y lo que significa la burocracia sindical. Allí él retrata la complicidad de la burocracia sindical con los gobiernos dictatoriales y con todas las patronales, especialmente con las peores patronales. Cuando Raymundo nos pasa la película Los traidores tuve la oportunidad de conocerlo personalmente. Luego de verla fuimos a preguntarle si acaso se podía modificar el final. No cambiar nada del contenido de la película, pero sí el final.
N.K.: ¿Por qué justo el final? ¿Por qué allí lo matan al burócrata?
G.M.: Exactamente. En el final de Los traidores un comando mata al personaje del burócrata sindical. Este personaje era una especie de ficción pero tenía fuertes connotaciones que lo asimilaban al burócrata sindical peronista Augusto Timoteo Vandor de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Pero cuando le pedimos que modificara ese final ya era tarde, no había nada que hacer, pues la el film estaba en edición. Tanto Raymundo Gleyzer como sus compañeros de Cine de la base —Nerio Barbieri, Jorge Denti, etc.— eran militantes del partido [PRT]. Por eso nos mostraron la película.

N.K.: ¿Conversaste con él sobre ese final?
G.M.: Sí, nos encontramos en un departamento de la avenida Rivadavia, no recuerdo bien, pero creo que era en el barrio de Flores [barrio de capital federal de Argentina]. Lo fuimos a ver donde él vivía. Yo lo conocí en realidad casi “de casualidad”, porque no era mi tarea específica.
N.K.: ¿Cómo era Raymundo en términos personales?
G.M.: Era una persona totalmente sencilla y humilde. Sin ningún tipo de ostentación en lo personal. Su compañera, Juanita Sapire, y su hijo, viven ahora en Estados Unidos. Cuando Juanita vino a la Argentina nos fue a visitar a la cárcel [Gorriarán se refiere aquí a la década del ’90, luego del ataque al cuartel militar de la Tablada. N.K.]. En esa visita a la cárcel me regaló copias de todas las películas de Raymundo Gleyzer. Hay además una biografía de dos cineastas argentinos que es muy buena, refleja muy bien cómo era Raymundo.
N.K.: ¿Te referís a la película Raymundo, de Ernesto Ardito y Virna Molina?
G.M.: Sí, es una excelente película construida en base a testimonios y relatos, personales y políticos de Raymundo Gleyzer. Raymundo también filmó una película sobre el asalto al Banco de Desarrollo que realizó el ERP y otra sobre el secuestro de Stanley Mainwaring Sylvester, que era gerente de la empresa Swift —un frigorífico— en la ciudad de Rosario [Argentina]. Raymundo filmó en el film Los comunicados toda la distribución de alimentos que esa empresa realizó en la población a raíz del reclamo. Lo mismo puede decirse de esa película sobre la explotación cuyo título es Me matan si no trabajo y si trabajo me matan. Es una denuncia de la enfermedad laboral llamada saturnismo —plomo en la sangre de los trabajadores— en la fábrica de la provincia de Buenos Aires Insud.
N.K.: ¿Raymundo Gleyzer también trabajó en canal 13?
G.M.: Sí, ya en esa época existía canal 13. Él trabajó allí. Pero lo importante que habría que destacar es que Raymundo decidió volcar su vida a la denuncia de toda la injusticia de la sociedad capitalista argentina y no sólo de la Argentina.
N.K.: Además filmó en las islas Malvinas...
G.M.: Sí, ¡también en Malvinas!. Raymundo fue realmente una gran personalidad.
N.K.: ¿El PRT financiaba las películas que realizaba el Cine de la Base?
G.M.: Bueno, había parte de financiación que se lograba a través de la misma producción de ellos o de los trabajos paralelos que ellos realizaban y también con aportes.
N.K.: ¿Qué otros compañeros del campo de la cultura estaban vinculados al PRT?
G.M.: Existía otro compañero, Luis Cerruti Costa. Mirá qué curioso. Cerruti Costa había sido ministro de trabajo de la dictadura de Lonardi [Gorriarán se refiere aquí a la dictadura militar de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón. N.K.]. En aquella época, como otra gente antiperonista, este hombre creía que el golpe de 1955 había sido realmente una “revolución libertadora” [nombre con el que se autobautizaron los golpistas de 1955. N.K.]. Renunció y todavía sin conocernos a nosotros [el PRT nace diez años después, en 1965. N.K.] fue adquiriendo posiciones más progresistas, cada vez más radicalizadas. Muchos años más tarde, en los ’70, nos conoció a nosotros y terminó siendo director del diario El Mundo. Como director de El Mundo realizó una gira internacional. Entre otros lugares estuvo en Vietnam, en plena guerra con Estados Unidos. Desde allá, desde Vietnam, enviaba diariamente sus testimonios para El Mundo. Luis Cerruti Costa fue también un gran compañero. “Don Luis”, le decíamos nosotros, porque él era más grande, más viejo, que todos nosotros.
N.K.: ¿A Silvio Frondizi lo conociste?
G.M.: A Silvio no lo conocí personalmente. Como yo estaba en la dirección de nuestra organización conocía a todos por los informes, pero no lo conocía personalmente. Cada uno tenía sus responsabilidades específicas. Cuando conocía a algunos compañeros era quizás porque los conocía de antes. A Silvio lo vi una vez en un acto del Frente Antiimperialista por el Socialismo. Silvio Frondizi trabajaba y hacía todo con el PRT pero en carácter de independiente. Tenía un grado de afinidad y coincidencias muy cercano.
N.K.: ¿Ustedes reeditaron su libro La realidad argentina?
G.M.: Sí, editamos esos textos. Silvio era una gran personalidad. Como todos sabemos, era hermano del ex presidente Arturo Frondizi y del filósofo Risieri Frondizi, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Silvio tenía una personalidad política fuerte y era muy consecuente. No tenía buena relación con su hermano ex presidente que en otros tiempos había aparecido como “progresista”, sobre todo por su libro famoso Petróleo y política. Silvio se fue distanciando de él cada vez más. Y terminó su vida como en nuestro país terminaron muchas veces su vida las personas honestas y luchadoras. Un día llegaron los de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) a su casa, lo sacaron de allí y lo asesinaron brutalmente.
N.K.: Cuando sus asesinos de la Triple A sacan un comunicado, luego de matarlo, lo acusan a Silvio de ser “comunista y bolchevique, fundador del ERP e infiltrador de ideas comunistas en nuestra juventud”...
G.M.: Sí, exactamente, así dijeron, pero Silvio no fue fundador del ERP. Sí fue muy cercano a nosotros y trabajaba junto a nosotros con una cercanía creciente, pero no fundó el ERP. Silvio no era militante del ERP, era un militante muy pero muy activo del FAS, el Frente Antiimperialista por el Socialismo. Ahí estábamos juntos.

N.K.: ¿Silvio Frondizi era abogado de presos políticos?
G.M.: Sí, fue un gran abogado de presos políticos. Él fue uno de los abogados que logró detectar y descubrir, a través de testimonios, la desaparición de dos compañeros que habían asaltado el cuartel militar de Azul en 1974. Silvio formaba parte de un grupo de siete abogados. Los mataron o desaparecieron a todos. Eso marca una característica de esa época en Argentina. ¡Todos los abogados que intervinieron en esa causa terminaron asesinados o desaparecidos! Otro de los abogados era Manuela Santucho, hermana de Robi [Robi era el sobrenombre de Mario Roberto Santucho. N.K.]. Cuando lo secuestran y asesinan a Silvio Frondizi también lo matan al esposo de su hija, una persona muy buena y con una buena relación familiar pero que no tenía relación en la política.
N.K.: Silvio fue uno de loa directores de la revista Nuevo Hombre. ¿Cómo fue que se decidió publicar esa revista?
G.M.: Nuevo Hombre expresaba una postura frentista vinculada al FAS. Silvio llegó a dirigirlo. Luego estuvieron como directores Rodolfo Mattarolo y Enrique Raab. Éste último también está desaparecido. En esa política frentista, junto al PRT participaba también un sector del peronismo revolucionario.
N.K.: Esa parte de la historia no es tan conocida. Habitualmente, en los relatos de nuestra época, sólo se menciona a Montoneros como parte de ese espacio político...
G.M.: Lo que sucede es que la historia se ha contado de manera muy parcializada. Los motivos son diversos. No vamos a discutirlos en esta entrevista, habría que hacerlo en otra ocasión, pero la historia real de la Argentina es distinta. Había otros sectores del peronismo revolucionario que trabajaban junto a la izquierda marxista, junto al PRT-ERP. Aunque quizás hoy se los olvide intencionadamente o se los desconozca, en la historia real existieron. Muchas veces en Nuevo Hombre se expresaban esas posiciones de unidad con la izquierda marxista.
N.K.: ¿Cuáles eran los referentes más importantes de ese otro sector que no tenía problemas en trabajar junto a la izquierda marxista?
G.M.: Mirá, por ejemplo, entre muchos otros, uno de los más importantes fue Rodolfo Ortega Peña. No sólo él. También estaba Alicia Eguren, quien además había sido compañera de John William Cooke. Las organizaciones armadas peronistas basaban su estrategia en aquella teoría de Cooke de que la única forma de lograr una transformación revolucionaria en Argentina pasaba por la transformación del peronismo en un movimiento revolucionario. Pero en los años ’70, ya fallecido Cooke, Alicia Eguren había llegado a la conclusión de que el peronismo iba a terminar siendo manejado por los sectores tradicionales del aparato partidario. La historia demostró que efectivamente eso ocurrió.

N.K.: ¿A Ortega Peña y a Alicia Eguren los conociste personalmente?
G.M.: Sí, a los dos. Rodolfo fue abogado mío a inicios de los años ’70, más precisamente en 1972, cuando hicimos la fuga de Trelew [Gorriarán hace aquí referencia a una célebre fuga del penal de Rawson —provincia de Chubut—, donde la máxima dirección de la insurgencia argentina logra escaparse hacia el Chile de Salvador Allende y de allí a Cuba. A aquellos combatientes presos —hombres y mujeres— que no alcanzaron a escapar la dictadura militar los fusiló a sangre fría en un hecho que se conoce popularmente como “la masacre de Trelew”. N.K.].
Rodolfo fue asesinado en 1974, siendo abogado. El mismo día que fue asesinado, Rodolfo Ortega Peña había presentado su solicitud de ingreso al PRT. Él había asumido en 1973 como diputado del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI). Luego, viendo que no podía actuar dentro de ese espacio político, Rodolfo había formado en la cámara de diputados un bloque unipersonal. Yo creo que Rodolfo, como diputado, es uno de los mejores ejemplos, al menos de la segunda mitad del siglo XX, ya que utilizaba su banca de diputado para apoyar los conflictos sociales y defender a la gente que estaba más desprotegida frente al avasallamiento del estado y las patronales. Eso le costó que lo asesinaran en pleno centro de la capital federal, en las calles Arenales y 9 de julio. Lo asesinan de noche; el encuentro con nosotros, con el PRT, había sido a la tarde.
Después, en 1976, despareció Alicia Eguren. Esta relación del PRT con ese espacio expresa claramente que teníamos como política prioritaria una posición de masas y la conciencia de que era imposible avanzar en la dirección de un proceso revolucionario si ese proyecto no estaba avalado por millones de personas. Además, teníamos la conciencia de que ese proyecto revolucionario no era viable si no se contaba con el ámbito de la cultura y con la intelectualidad. Los ejemplos concretos que te estoy mencionando muestran que sí teníamos una posición política en ese sentido.
N.K.: Pero en los relatos posteriores, incluso en los que supuestamente defienden las causas populares, se parcializa la historia para deslegitimar las luchas revolucionarias...
G.M.: Se parcializa la historia y se la presenta de manera deformada o unilateral. Por ejemplo, con la acusación de “foquismo” que se le atribuye al PRT. Nosotros éramos críticos del foquismo. Estábamos tan compenetrados de anti-foquismo que, incluso, a veces cometimos errores inversos. Para no caer en el foquismo aplicábamos tácticas que eran incorrectas.
N.K.: ¿De dónde proviene el foquismo?
G.M.: El foquismo proviene de una teoría de Regis Debray, intelectual francés a quien conocí bastante.
N.K.: ¿Lo conociste en La Habana?
G.M.: No, lo conocí en Chile. Cuando a Debray lo liberan en Bolivia de la cárcel de Camiri va a parar a Chile. Yo voy a Chile luego de la asunción de Salvador Allende y allí tenemos con él una reunión de todo un día. Más tarde, lo volví a ver en Nicaragua en 1979... en fin. Lo que quería decir es que Debray es quien elaboró la teoría del foquismo. ¡La teoría del foquismo no es del Che Guevara! La teoría del foquismo de Debray constituye una simplificación de la teoría del Che Guevara. Precisamente la revolución cubana triunfa, no por un supuesto foquismo sino por el gran aval de masas que tiene. En Cuba el denominado foco guerrillero era una táctica militar dentro de un contexto mucho más abarcativo.
N.K.: ¿Vos pudiste hablar con Debray sobre este tema?
G.M.: Sí, por supuesto. Pero cuando nosotros hablamos con él, Debray ya estaba crítico de su propia teoría foquista. Por entonces él estaba escribiendo el libro Crítica de las armas. Estuvimos todo el día, de la mañana a la noche, discutiendo esto en la casa donde él paraba en Chile; una casa prestada por el gobierno de Allende. Luego lo vi en Nicaragua, pocos días después del triunfo sandinista de 1979. Ya por aquel tiempo Debray tenía un cargo con Mitterand referido a las relaciones de Francia con América latina. Nunca hubo una posición favorable del PRT al foquismo. Primero fue una preocupación y luego una posición definida.
Hay que ubicarse en la época, bajo la vigencia de la doctrina de seguridad nacional, las dictaduras militares, el imperio del terrorismo de estado, la intervención brutal del imperialismo. Entonces lo que se discutía en aquella época no era si había que hacer la lucha armada o no, sino cómo había que hacerla. Los foquistas creían que sólo había que estar en el monte. Los otros sostenían que en Argentina no había que estar en el monte sino en las grandes ciudades. Y nosotros, que pensábamos que había que utilizar los dos frentes de lucha, pero con un desarrollo fundamental en los sectores fabriles e industriales. Por ejemplo, toda la supervivencia de nuestra columna guerrillera en la provincia de Tucumán estaba basada en un trabajo político previo en el sindicato azucarero, donde teníamos una presencia muy importante entre los trabajadores. No era algo “caído del cielo”.

N.K.: ¿Cómo difundía el PRT sus materiales para encarar esas discusiones políticas?
G.M.: A través de las revistas y de libros.
N.K.: ¿Ustedes publicaban a través de la editorial La Rosa Blindada?
G.M.: Sí, La Rosa Blindada jugó un gran papel. El otro día, hace poco tiempo, me encontré con su antiguo director José Luis Mangieri, cuando presentaban una película sobre el poeta Raúl González Tuñón. Mangieri era el director y habíamos hecho un acuerdo. Por ejemplo, todos los libros que analizaban la experiencia de Vietnam los publicábamos por La Rosa Blindada. Fue la primera vez que su publicó en Argentina sobre la guerra de Vietnam. También teníamos imprentas. Y además de las revistas que te mencioné también teníamos revistas regionales. Por ejemplo, la revista Posición, que publicábamos en la provincia de Córdoba. Ninguna de estas revistas aparecía como perteneciente al PRT, sino con un carácter más amplio, frentista.
N.K.: A través de esa política frentista se vincularon con “el gringo” Agustín Tosco?
G.M.: El gringo abrió todos los actos del FAS y todos los actos del Movimiento Sindical de Base, que era el movimiento sindical impulsado por nuestra corriente.
N.K.: ¿Vos lo pudiste conocer a Agustín Tosco?
G.M.: Sí, al gringo lo conocí y bien. Estuve con él en la cárcel de Rawson el día de la fuga. Tosco fue el único detenido que no participó de la fuga a quien le avisamos, antes de fugarnos, que nos íbamos a escapar. Cuando le avisamos, fuimos Robi Santucho [máximo dirigente del PRT-ERP], Marcos Osatinsky [uno de los máximos dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-FAR] y yo. Y entonces hablamos con el gringo. Allí, nuevamente, nos encontramos con esas historias tergiversadas que se tejen a posteriori. Algunos dicen por allí que Tosco nos respondió: “No, yo no me fugo porque a mí me van a sacar de la cárcel las masas”.
Tosco no dijo nada de eso. Yo estuve allí y hablé con él. Nosotros fuimos a hablar con él sabiendo de antemano que él no se iba a fugar. Porque fugarse hubiera implicado que pasaba a la clandestinidad y dejaba de cumplir el rol que él cumplía en la resistencia. Ya para esa época Agustín Tosco se había transformado en una personalidad importante del sindicalismo y terminó siendo el sindicalista más importante de la república argentina. Nosotros le informamos antes de la fuga por el respeto que le teníamos y por la relación que teníamos con él. Con Tosco, hasta el último día, hasta el momento en que murió, coordinamos todo y hablamos todo con él. Desde lo político y lo sindical hasta lo militar.

N.K.: ¿Cómo fue ese diálogo antes de la fuga del penal?
G.M.: Bueno, en el recreo de las cuatro de la tarde —nosotros nos fugábamos a las seis, dos horas después— Robi Santucho le dice: “Mirá gringo, nos vamos a fugar. Lógicamente, si vos querés venir, no hay duda alguna, pero sabemos que no vas a venir”.
N.K.: ¿Qué le respondió Tosco?
G.M.: En un primer momento no dijo nada. Lo que hizo fue ponerse en cuchillas, flexionó las piernas, bajó la cabeza unos cinco o diez segundos, se levantó y lo único que dijo fue: “¿Y yo qué tengo que hacer?”. Esa es la verdad histórica. Eso fue lo que allí realmente sucedió. Entonces yo le dije que habíamos pensado que controlara a los presos que estaban en su pabellón, que eran sindicalistas, etc., y a los de enfrente de su pabellón, que eran presos comunes, pero que a él le tenían un gran respeto. Eso fue lo que hizo.
N.K.: ¿Se despidieron antes de la fuga?
G.M.: Sí, nos despedimos. Cuando nos íbamos, Roberto Quieto [otro alto dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-FAR] y yo, que formábamos uno de los grupos que íbamos tomando pabellón por pabellón, nos tocó copar el pabellón donde estaba Tosco. Pasamos frente a su reja, él se acercó, nos dimos la mano y nos fuimos rápido. Luego vino la masacre de Trelew, el fusilamiento de nuestros compañeros desarmados. Tosco fue el gran denunciante de la masacre, el principal y quien les dio ánimo a todos en la cárcel luego de los asesinatos. El gringo pronunció un discurso desde la ventana de su celda para el resto de los presos reivindicando a los compañeros asesinados y denunciando el crimen de los militares. No era cualquier momento, ya que en ese instante el ejército argentino estaba con una ferocidad tremenda en relación a los presos como venganza por nuestra fuga.
N.K.: ¿Lo volviste a ver después de Trelew?
G.M.: Sí, lo volví a ver durante todo el año 1975, que fue el año en que yo estuve en Córdoba. Nos veíamos semanalmente. Lo vi por última vez el día que estábamos en una reunión, era viernes; se estaba programando un paro activo para el martes siguiente. Yo no tenía que ir ahí, pero fui con los compañeros nuestros que eran dirigentes sindicales de las distintas fábricas. Entonces, después de la reunión, nos quedábamos ahí, comíamos un asado y charlábamos de política en general. A esa reunión yo fui por eso, no por los sindicatos. Yo tenía otra tarea, era responsable del PRT en Córdoba. Cuando estábamos conversando Tosco se desvaneció un poquito, unos segundos, le dieron una aspirina y reaccionó bien. Seguimos hablando.
Por entonces, durante todo ese año, el gringo Tosco estaba en la clandestinidad. Quien lo ayudó fue un compañero nuestro que está vivo y se llama Roberto Habichayn. Roberto era médico, miembro del ERP y médico del sindicato Luz y Fuerza de Córdoba. Le decíamos “el turco”. Cuando yo veía a Tosco lo veía junto con este compañero, que lo cuidaba, le alquilaba las casas clandestinas, lo llevaba en auto (tenía un Ford Falcon), etc. Esa vez también vino una compañera monja, que era amiga de Tosco. Entonces cuando termina la reunión, luego que se desvanece, se van y ya en el auto el turco me dice “Estoy muy preocupado porque es la tercera vez en una semana que le pasa esto del desvanecimiento y no sabemos qué es”. Habíamos quedado en vernos el lunes, para preparar los detalles de la huelga del martes. Nunca nos vimos porque el sábado se descompuso, de ahí lo llevaron a internar, después fue operado en una clínica, tuvo una pequeña recuperación de unos días, volvió a descomponerse y murió. Al final nos habíamos hecho amigos, bien amigos.
Contrariamente a lo que se dice, a las historias posteriores que se tejen para deslegitimar la lucha, el gringo Tosco era partidario de la lucha revolucionaria en Argentina. Y pensaba que así como algunos de nosotros estábamos en la guerrilla, él cumplía ese otro rol, pero perfectamente consciente y coordinado con nosotros. El gringo consideraba que ambas tareas no eran de ningún modo incompatibles. Para corroborarlo basta leer objetivamente los discursos de Tosco en el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS) y todas sus declaraciones. El gringo era una persona extremadamente importante para el proceso argentino porque tenía una gran capacidad de unir a los revolucionarios. Por ejemplo, en Córdoba, se había logrado una gran unidad entre las fuerzas progresistas, fundamentalmente a partir de la lucidez y la claridad de Tosco.

N.K.: Luego de la muerte de Tosco en 1975, viene la dictadura militar (1976), el genocidio de nuestro pueblo, el exilio, tu participación en la revolución en Nicaragua (1979) y el ajusticiamiento de Anastasio Somoza. A partir de allí lo conociste a Julio Cortázar. ¿Cómo se produjo ese encuentro con Cortázar?
G.M.: Julio estaba muy impactado por la revolución en Nicaragua, entonces comenzó a viajar, a visitar aquel país, frecuentemente. Entonces un día lo conocí en Nicaragua en la casa de Tomás Borge [dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional-FSLN. N.K.]. Allí conversamos con él. Si no sabías quien era o nunca habías visto una fotografía de Julio Cortázar podías estar conversando con él cinco horas y no te dabas cuenta. En ningún momento hacía ostentación. Si estuviera en este lugar, estaría aquí sentado conversando como lo estamos haciendo nosotros sin ningún tipo de ademán, ostentación o pose. Yo esperaba encontrarme con una persona que haría gala de su importancia y de su fama, pero me encontré con un hombre sumamente sencillo. Me llamó poderosamente la atención esa sencillez. También su inteligencia, pero eso yo lo descartaba, porque sabía que él era muy inteligente. Sí me sorprendió su sencillez. Julio estaba impactado por lo de Somoza.
N.K.: ¿Por el ajusticiamiento?
G.M.: Sí. Entonces él nos manifestó que le hubiera gustado escribir un libro sobre ese hecho. Nosotros le contamos cómo había sido. Cortázar sabía lo que había significado Somoza para Nicaragua. Nosotros le agregamos un elemento que quizás no era muy conocido. Somoza no fue ajusticiado por las cosas terribles que había hecho en el pasado dictatorial. No fue un hecho de venganza. Fue el ajusticiamiento del jefe de la contrarrevolución que ya estaba actuando contra Nicaragua y contra la nueva revolución que había triunfado en julio de 1979. Ya para esa altura había instructores en represión que la dictadura militar argentina había enviado a Honduras para reprimir internamente y organizar la contrarrevolución contra la revolución sandinista, de la mano de la CIA. Eso era lo que Somoza había acordado con la dictadura argentina desde Paraguay.
N.K.: Incluso esos militares argentinos participaron activamente en la tortura en Honduras...
G.M.: Sí, el jefe de ellos e instructor de los contras nicaragüenses, el coronel José Osvaldo Barreiro, apodado “Balita”, está acusado de 174 desapariciones en Honduras. El gobierno de Honduras lo pide a la Argentina, no lo extraditan aunque se sabe que durante los años ’90 este torturador estaba trabajando de asesor del ministro de defensa argentino Domínguez, ministro de Carlos Saúl Menem. Este torturador y todos sus asesores estaban operando en Honduras contra Nicaragua [véase Clarín: “La exportación del terror”, suplemento especial del 24/3/2006. N.K.] cuando se produce el ajusticiamiento de Somoza en Paraguay. Entonces nosotros siempre decimos que lo que hicimos no fue una venganza por lo que había hecho en el pasado sino una emboscada contra el jefe operante de la contrarrevolución. Lo hicimos en Paraguay porque él estaba en Paraguay, si hubiera estado en Nicaragua, lo hubiéramos hecho en Nicaragua.

N.K.: ¿Cómo sabían que Somoza estaba en Paraguay?
G.M.: Que estaba en Paraguay era público, lo que no sabíamos era donde estaba. Estuvimos seis meses hasta que lo detectamos. Entonces todo eso se lo comentamos a Cortázar. Él nos dijo que le gustaría hacer un libro al respecto, pero que no podía y entonces propuso que fuera otro escritor argentino, Osvaldo Soriano. Nos dijo que él iba a hablar con Soriano en Francia. Pero Soriano tampoco pudo. Finalmente el libro lo hicieron la escritora salvadoreña Claribel Alegría y su esposo Bob Fakol. Hicieron una trama novelada pero completamente ajustada a lo que sucedió en la acción.
Lo que nos sorprendió de Bob, el marido de esta escritora salvadoreña, es algo que nos cuenta mientras estamos preparando las conversaciones sobre el libro. Nunca supe porqué nos cuenta eso. Quizás supuso que nosotros tendríamos información al respecto, pero nosotros no sabíamos nada. Nos contó que veinte años atrás, durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi [1958-1962] él había trabajado de joven como agente de la CIA en la embajada norteamericana en Argentina. Obviamente él había abandonado más tarde todo eso, decepcionado y espantado. Nos contó cómo se abrió. La conoció después a Claribel, se casaron, vivieron muchísimos años juntos. Era una excelente persona. Pero ¿sabés qué misión había tenido como agente de la CIA?
N.K.: No. ¿Cuál era su tarea?
G.M.: Estaba encargado de pasar datos sobre todo el sector cultural argentino: escritores, periodistas e intelectuales. Tenía que seguir qué posiciones tenían los intelectuales en relación a Estados Unidos. Entonces lo conversamos mucho con él. Estábamos en 1980 y 1981, ya habían sucedido la mayor parte de las desapariciones de personas en Argentina y en toda América latina, entre las cuales estaban muchos intelectuales de izquierda, marxistas o progresistas. Entonces lo conversamos y él me hizo notar cómo Estados Unidos venía planificando desde bastante tiempo antes y seleccionando entre los intelectuales antiimperialistas las futuras víctimas.

22 septiembre, 2006

 

Lo que dijo Chávez: La ONU actual no sirve

El Presidente Chávez no sólo habló del diablo y del azufre en Naciones Unidas, que fue lo único que destacaron los grandes medios como CNN y El Mercurio. Describió el carácter súper agresivo que asume el imperio, denunció los crímenes de los bombardeos del llamado "fuego cruzado" de Israel conra la población civil de El Líbano y reiteró su propuesta del año anterior: la ONU, tal como está dominada por los países con derecho a veto sólo sirve para hacer discursos. Debe ser democratizada y trasladada su sede a otra nación que de garantías. Por ejemplo, a los acompañantes médicos y de seguridad de Chávez no se les permitió bajar del avión en Nueva York. Texto completo del discurso:

Intervención del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en la 61ª Asamblea General de Naciones Unidas, Nueva York - Miércoles, 20 de septiembre de 2006:

Presidenta de la LXI Asamblea General de las Naciones Unidas, Sheika Haya Rashed Al-Khalifa: En nombre de la Asamblea General tengo el honor de dar la bienvenida a las Naciones Unidas a Su Excelencia el señor Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, e invitarle a dirigirse a la Asamblea. [Aplausos].

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez: Señora Presidenta, excelencias, jefes de Estado, jefes de Gobierno y altos representantes de los Gobiernos del mundo: muy buenos días a todos y a todas. En primer lugar quiero invitarles con mucho respeto a quienes no hayan podido leer este libro, a que lo leamos; Noam Chomsky, uno de los más prestigiosos intelectuales de esta América y del mundo, Chomsky, uno de sus más recientes trabajos: Hegemonía o supervivencia, hegemonía o supervivencia, La estrategia imperialista de Estados Unidos. Excelente trabajo para entender lo que ha pasado en el mundo en el siglo XX, lo que hoy está pasando, y la más grande amenaza que se cierne sobre nuestro planeta: la pretensión hegemónica del imperialismo norteamericano pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana.

Seguimos alertando sobre ese peligro y haciendo un llamado al propio pueblo de los Estados Unidos y al mundo para detener esta amenaza que es como la propia espada de Damocles. Yo pensaba leer algún capítulo, pero, por respetar el tiempo, más bien lo dejo como una recomendación. Se lee rápido. Es muy bueno, señora Presidenta. Seguramente usted lo conoce. Está publicado en inglés, en alemán, en ruso, en árabe, seguramente [Aplausos].

Miren, yo creo que los primeros ciudadanos que deberían leer este libro son los ciudadanos hermanos y hermanas de los Estados Unidos, porque la amenaza la tienen en su propia casa; el diablo está en casa, pues. El diablo, el propio diablo está en casa. Ayer vino el diablo aquí. [Aplausos].

Ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar. ¡Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar! Ayer, señoras, señores, desde esta misma tribuna el señor Presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo “el diablo”, vino aquí hablando como dueño del mundo, como dueño del mundo. Un psiquiatra no estaría demás para analizar el discurso de ayer del Presidente de los Estados Unidos. Como vocero del imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominación, de explotación y de saqueo a los pueblos del mundo. Para una película de Alfred Hitchcock estaría buena; incluso yo propondría un título: “La receta del diablo”.

Es decir, el imperialismo norteamericano —y aquí lo dice Chomsky con una claridad meridiana y profunda— está haciendo desesperados esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de dominación. Nosotros no podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir que se instale la dictadura mundial; que se consolide, pues, que se consolide la dictadura mundial.

El discurso del Presidente-tirano mundial, lleno de cinismo, lleno de hipocresía, es la hipocresía imperial, el intento de controlar todo. Ellos quieren imponernos el modelo democrático como lo conciben: la falsa democracia de las élites. Y además un modelo democrático muy original: ¡impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de invasiones y de cañonazos! ¡Vaya qué democracia! Habría que revisar las tesis de Aristóteles, ¿no? Y de los primeros que hablaron por allá en Grecia, de la democracia, a ver qué modelo de democracia es ése, el que se impone a punta de marines, de invasiones, de agresiones y de bombas.

Dice el Presidente de los Estados Unidos ayer, en esta misma sala, lo siguiente: “Hacia dondequiera que usted mira, oye a extremistas que le dicen que puede escapar de la miseria y recuperar su dignidad a través de la violencia, el terror y el martirio”. ¡Dondequiera que él mira ve a extremistas! Yo estoy seguro de que te ve a ti, hermano, con ese color, y cree que eres un extremista. Con este color, Evo Morales —que vino ayer, el digno presidente de Bolivia— es un extremista. Por todos lados ven extremistas los imperialistas.

No, no es que somos extremistas; lo que pasa es que el mundo está despertando y por todos lados insurgimos los pueblos.

Yo tengo la impresión, señor dictador imperialista, de que usted va a vivir el resto de sus días con una pesadilla, porque por dondequiera que vea, vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra el imperialismo norteamericano, los que clamamos por la libertad plena del mundo, por la igualdad de los pueblos, por el respeto a la soberanía de las naciones.

Sí, nos llaman extremistas, insurgimos contra el imperio, insurgimos contra el modelo de dominación.

Luego, el señor Presidente vino a hablarles, así lo dijo: “Hoy quiero hablarles directamente a las poblaciones del Oriente Medio, mi país desea la paz...”. Esto es cierto. Si nosotros nos vamos por las calles del Bronx, si nosotros nos vamos por las calles de Nueva York, de Washington, de San Diego, de California, de cualquier ciudad, de San Antonio, de San Francisco y le preguntamos a la gente en las calles, a los ciudadanos estadounidenses, este país quiere la paz. La diferencia está en que el Gobierno de este país, de Estados Unidos, no quiere la paz, quiere imponernos su modelo de explotación y de saqueo, y su hegemonía a punta de guerras. Ésa es la pequeña diferencia, quiere la paz, ¿y qué está pasando en Irak?, ¿y qué ha pasado en el Líbano y en Palestina?, ¿y qué ha pasado en 100 años, pues, en América Latina y en el mundo? Y ahora las amenazas contra Venezuela, nuevas amenazas contra Venezuela, nuevas amenazas contra Irán… Le habló al pueblo del Líbano: “Muchos de ustedes han visto cómo sus hogares y sus comunidades quedaron atrapadas en el fuego cruzado”. ¡Vaya qué cinismo!, ¡vaya qué capacidad para mentir descaradamente ante el mundo! Las bombas en Beirut, lanzadas con precisión milimétrica, ¿son fuego cruzado? Creo que el Presidente está pensando en las películas del Oeste, cuando se disparaba desde la cintura y alguien quedaba atravesado en el fuego cruzado. ¡Fuego imperialista, fuego fascista, fuego asesino y fuego genocida, el del imperio y el de Israel contra el pueblo inocente de Palestina y el pueblo del Líbano! ¡Ésa es la verdad!, ahora dicen que sufren, que “estamos sufriendo porque vemos sus hogares destruidos”.

En fin, el Presidente de los Estados Unidos vino a hablarles a los pueblos, vino a decir, además —yo traje, señora Presidenta, unos documentos, porque estuve esta madrugada viendo algunos discursos y actualizando mis palabras—, le habló al pueblo de Afganistán, al pueblo del Líbano: “Al pueblo de Irán le digo…, al pueblo del Líbano le digo…, al pueblo de Afganistán le digo…”. Bueno, uno se pregunta: así como el Presidente de los Estados Unidos le dice “le digo…” a esos pueblos, ¿qué le dirían esos pueblos a él, si esos pueblos pudieran hablar?, ¿qué le dirían? Yo se los voy a recoger porque conozco a la mayor parte del alma de esos pueblos, los pueblos del Sur, los pueblos atropellados. Dirían: “Imperio yanqui go home”, ése sería el grito que brotaría por todas partes si los pueblos del mundo pudieran hablarle a una sola voz al imperio de los Estados Unidos.

Por eso, señora Presidenta, colegas, amigas y amigos, nosotros el año pasado vinimos aquí a este mismo salón, como todos los años en los últimos ocho, y decíamos algo que hoy está confirmado plenamente y yo creo que aquí casi nadie en esta sala pudiera pararse a defender: el sistema de Naciones Unidas, nacido después de la Segunda Guerra Mundial —aceptémoslo con honestidad—, colapsó, se desplomó, ¡no sirve! Sirve para venir aquí a dar discursos, a vernos una vez al año, sí, para eso sí sirve; y para hacer documentos muy largos y hacer buenas reflexiones y oír buenos discursos como el de Evo ayer, como el de Lula, y muchos discursos, el que estábamos oyendo ahora mismo, del Presidente de Sri Lanka y el de la Presidenta de Chile. Pero nos han convertido a esta Asamblea en un órgano meramente deliberativo, meramente deliberativo sin ningún tipo de poder para impactar de la más mínima manera la realidad terrible que vive el mundo.

Por eso nosotros volvemos a proponer, Venezuela vuelve a proponer aquí hoy, este día 20 de septiembre, que refundemos las Naciones Unidas. Nosotros hicimos el año pasado, señora Presidenta, cuatro modestas propuestas que consideramos de necesidad impostergable para que las asumamos los jefes de Estado, los jefes de Gobierno, nuestros embajadores, nuestros representantes, y las discutamos.

Primero, la expansión —ayer lo decía Lula aquí mismo— del Consejo de Seguridad, tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países subdesarrollados, el tercer mundo, como nuevos miembros permanentes. Eso en primer lugar.

En segundo lugar, la aplicación de métodos eficaces de atención y resolución de los conflictos mundiales, métodos transparentes de debate, de decisiones.

Tercero, nos parece fundamental la supresión inmediata —y eso es un clamor de todos— de ese mecanismo antidemocrático del veto, el veto en las decisiones del Consejo de Seguridad. Vaya un ejemplo reciente: El veto inmoral del Gobierno de los Estados Unidos permitió libremente a las fuerzas israelíes destrozar el Líbano, en el rostro, delante de todos nosotros, evitando una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Y en cuarto lugar, necesario es fortalecer —decimos siempre— el papel, las atribuciones del secretario general de Naciones Unidas. Ayer nos daba un discurso el secretario general, prácticamente de despedida, y reconocía que en estos diez años el mundo lo que ha hecho es complicarse, y que los graves problemas del mundo, el hambre, la miseria, la violencia, la violación a los derechos humanos lo que ha hecho es agravarse. Esto es consecuencia terrible del colapso del sistema de Naciones Unidas y de la pretensión imperialista norteamericana.

Por otra parte, señora Presidenta, Venezuela decidió hace varios años dar esta batalla por dentro de Naciones Unidas, reconociendo Naciones Unidas como miembros que somos, con nuestra voz, con nuestras modestas reflexiones; una voz independiente somos, para representar la dignidad y la búsqueda de la paz, la reformulación del sistema internacional; para denunciar la persecución y las agresiones del hegemonismo contra los pueblos del planeta. Venezuela de esa manera ha presentado su nombre, esta Patria de Bolívar ha presentado su nombre y se ha postulado para un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad. Vaya usted a saber: el Gobierno de los Estados Unidos ha iniciado una agresión abierta, una agresión inmoral en el mundo entero para tratar de impedir que Venezuela sea elegida libremente para ocupar una silla en el Consejo de Seguridad; le tiene miedo a la verdad, el imperio tiene miedo a la verdad, a las voces independientes, acusándonos de extremistas. Ellos son los extremistas.

Yo quiero agradecer aquí a todos aquellos países que han anunciado su apoyo a Venezuela, aún cuando la votación es secreta y no es necesario que nadie lo anuncie. Pero creo que dada la agresión abierta del imperio norteamericano, eso aceleró el apoyo de muchos países, lo cual fortalece mucho moralmente a Venezuela, a nuestro pueblo, a nuestro Gobierno. El Mercosur, por ejemplo, en bloque ha anunciado su apoyo a Venezuela, nuestros hermanos del Mercosur —Venezuela ahora es miembro pleno del Mercosur con Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay— y muchos otros países de América Latina, como Bolivia; el Caricom en pleno anunció su apoyo a Venezuela; la Liga Árabe en pleno anunció su apoyo a Venezuela. Agradezco muchísimo al mundo árabe, a nuestros hermanos de Arabia, esa Arabia profunda. A nuestros hermanos del Caribe, de la Unión Africana : casi toda África anunció su apoyo a Venezuela. Y países como Rusia, como China y muchos otros países del planeta. Muchísimas gracias, a nombre de Venezuela, a nombre de nuestro pueblo y a nombre de la verdad. Porque Venezuela, al ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad va a traer la voz no sólo de Venezuela, la voz del tercer mundo, la voz de los pueblos del planeta, ahí estaremos defendiendo la dignidad y la verdad.

Más allá de todo esto, señora Presidenta, creo que hay razones para que seamos optimistas, irrenunciablemente optimistas, diría un poeta, porque más allá de las amenazas, de las bombas, de las guerras, de las agresiones, de la guerra preventiva, de la destrucción de pueblos enteros, uno puede apreciar que se está levantando una nueva era, como canta Silvio Rodríguez: “La era está pariendo un corazón”. Se levantan corrientes alternativas, pensamientos alternativos, movimientos alternativos, juventudes con pensamiento distinto; se demostró ya en apenas una década que era totalmente falsa la tesis del fin de la historia, totalmente falsa la tesis de la instauración del imperio americano, de la pax americana, la instauración del modelo capitalista, neoliberal que lo que genera es miseria y pobreza, es totalmente falsa la tesis, se vino abajo, ahora hay que definir el futuro del mundo. Hay un amanecer en el planeta y se ve por todas partes, por América Latina, por Asia, por África, por Europa, por Oceanía.

Quiero resaltar esa visión de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir un mundo nuevo, un mundo mejor. Venezuela se suma a esa lucha y por eso somos amenazados.

Ya Estados Unidos planificó, financió e impulsó un golpe de Estado en Venezuela y Estados Unidos sigue apoyando movimientos golpistas en Venezuela y contra Venezuela, sigue apoyando el terrorismo. Ya la presidenta Michelle Bachelet recordaba hace unos días —perdón, hace unos minutos— el horrible asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier; yo sólo agregaría lo siguiente: los culpables están libres y los culpables de aquel hecho donde murió también una ciudadana estadounidense, son norteamericanos, de la CIA, terroristas de la CIA. Pero además hay que recordar en esta sala que dentro de pocos días también se cumplirán 30 años igualmente de aquel hecho terrorista horripilante de la voladura del avión cubano, donde murieron 73 inocentes, un avión de Cubana de Aviación, ¿y dónde está el más grande terrorista de este continente y quien asumió la voladura del avión cubano, como autor intelectual?

Estuvo preso en Venezuela unos años, se fugó, allá por complicidad de funcionarios de la CIA y del Gobierno venezolano de entonces. Está aquí viviendo en Estados Unidos, protegido por este Gobierno, y fue convicto y confeso. El Gobierno de los Estados Unidos tiene un doble rasero y protege el terrorismo. Estas reflexiones, para decir que Venezuela está comprometida en la lucha contra el terrorismo, contra la violencia, y se une a todos los pueblos que luchamos por la paz, y por un mundo de iguales.

He hablado del avión cubano, Luis Posada Carriles se llama el terrorista, está protegido aquí. Como protegidos están aquí grandes corruptos que se fugaron de Venezuela; un grupo de terroristas que allá pusieron bombas contra embajadas de varios países, que allá asesinaron gente durante el golpe de Estado, secuestraron a este humilde servidor y lo iban a fusilar, sólo que Dios metió su mano, y un grupo de buenos soldados y un pueblo que se fue a las calles; y de milagro estoy aquí. Están aquí, protegidos por el Gobierno de Estados Unidos los líderes de aquel golpe de Estado y de aquellos actos terroristas. Yo acuso al Gobierno de Estados Unidos de proteger al terrorismo, y de tener un discurso totalmente cínico.

Hablamos de Cuba, venimos de La Habana, venimos felices de La Habana, estuvimos allá varios días; y allí se puede ver el nacimiento de una nueva era: la Cumbre del G-15, la Cumbre del Movimiento de los No Alineados, con una resolución histórica: “Documento final” —no se asusten, no lo voy a leer todo—, pero aquí hay un conjunto de resoluciones tomadas en discusión abierta y con transparencia por más de 50 jefes de Estado. La Habana fue capital del Sur durante una semana. Hemos relanzado el Movimiento de los No Alineados; y si algo puedo pedir aquí a todos ustedes, compañeros y hermanos y hermanas, es que le pongamos mucha voluntad para fortalecer el Grupo de los No Alineados, importantísimo para el nacimiento de la nueva era, para evitar la hegemonía y el imperialismo.

Y además, ustedes saben que hemos designado a Fidel Castro presidente del Grupo de No Alineados para los próximos tres años, y estamos seguros de que el compañero presidente Fidel Castro va a llevar la batuta con mucha eficiencia. Para los que querían que Fidel se muriera, pues, frustrados quedaron, y frustrados quedarán; porque Fidel ya está uniformado de nuevo de verde oliva, y ahora no sólo es el Presidente de Cuba, sino el Presidente de los No Alineados.

Señora Presidenta, queridos colegas presidentes, ahí nació un movimiento muy fuerte: el del Sur. Nosotros somos hombres y mujeres del Sur, nosotros somos portadores, con estos documentos, con estas ideas, con estas críticas, con estas reflexiones —que ya cierro mi carpeta y el libro me lo llevo, no olviden que se los recomiendo mucho, con mucha humildad—, tratamos de aportar ideas para la salvación de este planeta, para salvarlo de la amenaza imperialista y para que, ojalá pronto, en este siglo, no muy tarde, ojalá podamos verlo nosotros y vivirlo mejor nuestros hijos y nuestros nietos: un mundo de paz, bajo los principios fundamentales de la Organización de Naciones Unidas, pero relanzada, relanzada y reubicada. Creo que a Naciones Unidas tenemos que ubicarla en otro país, en alguna ciudad del Sur, hemos propuesto desde Venezuela. Ustedes saben que mi médico personal se tuvo que quedar encerrado en el avión, el jefe de mi seguridad se tuvo que quedar encerrado en el avión: no les permitieron venir a Naciones Unidas. Otro abuso y atropello, señora Presidenta, que pedimos desde Venezuela quede registrado como atropello —hasta personal— del diablo.

Huele a azufre, pero Dios está con nosotros. Un buen abrazo, y que Dios nos bendiga a todos.

Muy buenos días.

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