23 diciembre, 2005

 

Decir la verdad puede salir caro

Medios de comunicación y propaganda política


Durante las elecciones nacionales bolivianas un grupo de observadores monitoreó el comportamiento de los medios. No se conoce si estos medios fueron amenazados de bombardeo, como lo fue la cadena Al Jazeera, pero anunciaron en coro el apocalipsis si ganaba Evo Morales.

Ivonne Trías
Desde La Paz

El protagonismo fue de otros, aunque los medios masivos de comunicación disputaron la incidencia en el resultado electoral de Bolivia. Usaron argumentos y falacias, distribuyeron sin equidad los espacios de exposición televisiva, trasmitieron spots publicitarios con denuncias anónimas para convencer a la opinión pública de que la ingobernabilidad caería sobre el país si ganaba Evo Morales. La embajada de Estados Unidos alertó a sus ciudadanos de la catástrofe inminente, les pidió que se aprovisionaran para resistir, porque las manifestaciones de los bolivianos empiezan pacíficamente pero terminan con violencia. Para convencerse de lo incómoda que puede ser la independencia periodística basta conocer que, según denunció el Daily Mirror (22-XI-05), el gobierno de Estados Unidos tuvo serias intenciones de bombardear los estudios de la cadena televisiva Al Jazeera, molesto por su comportamiento hostil (véase recuadro).
Hay que conocer también el comportamiento de los medios venezolanos, más afines a la conducta de un partido –de oposición– que a la de un órgano de prensa.
En Bolivia, un grupo de investigadores de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social, Comunican,* observó los medios radiales, gráficos y televisivos de alcance nacional y regional en el período preelectoral (12 al 17 de diciembre), durante el acto electoral del domingo 18, e inmediatamente posterior.
Según el informe (véase segundo recuadro) los medios monitoreados plantearon con mucha intensidad y malicia el papel clave del candidato del mas para construir un escenario de ingobernabilidad. Por incapaz y por radical. Es decir: por su intento de dignificar a las poblaciones originarias, por la fuerza aymara, chiquitana, quechua y guaraní que lo respalda, por no provenir del medio académico, por pretender nacionalizar los hidrocarburos, por plantear legalizar los cultivos de coca, por su defensa de los recursos naturales.
Los juicios negativos por incapacidad, fundados en criterios discriminativos racistas y clasistas, se evidenciaron tanto en medios televisivos y radiales como escritos y tanto por acción como por omisión. Salvo el demonizado Evo, el elemento indígena como actor social estuvo ausente en las coberturas periodísticas.
BRECHA cita aquí algunos ejemplos registrados en las columnas de opinión de los medios escritos.
“No me extrañaría que los nuevos gobernantes abandonasen a sus cholas y birlochas para unirse a nuevas mujeres más instruidas y finamente perfumadas” (La Prensa 13-XII-05). Y el mismo columnista, en otro medio de alcance nacional, refiriéndose a la veda alcohólica preelectoral: “Ve a Evo Morales sin haber bebido un trago 48 horas antes, pues te encontrarás con un mestizo normal, bastante regordete, con pelos que le cubren hasta la frente y mostrándote una sonrisa de cholito próspero… mientras si se ha tomado unos tragos piensas que el candidato del mas es un cholo feliz” (Los Tiempos 15-XII-05).
Pero también otros editorialistas en otros medios insistían: “La ausencia (de los debates públicos) del candidato Evo Morales del mas ha impedido calibrar su calidad y capacidad como candidato y posible presidente de la nación (…) él mismo confesó que no terminó sus estudios primarios” (El Diario, 15-XII-05).
“Don Evo no se siente con la preparación suficiente para discutir mano a mano los grandes asuntos del Estado” (La Razón, 14-XII-05).
“Me da mucho miedo que algún día Evo nos represente en las Naciones Unidas. ¿Por qué? Porque no tiene capacidad” (Los Tiempos, Cochabamba, 15-XII-05).
Con un estilo similar se hilvanaban los juicios negativos por propiciar la ingobernabilidad:
• “(…) el mas y los movimientos sociales no pararán de hacerles huelgas (si ganan los de Podemos), paros y bloqueos; incluso han amenazado con tomar el poder por las buenas o por las malas” (La Razón, 15-XII-05).
• “La peor pesadilla de Estados Unidos (…) la llegada al poder de un régimen izquierdista apoyado por Cuba y Venezuela que aboga por la nacionalización de las petroleras extranjeras y la legalización de la coca” (Nota informativa haciéndose eco de medios estadounidenses. El Mundo, 15-XII-05).
• “(…) lo reafirmaron exponentes de dos extremos –el líder sindical por un lado, el intelectual por el otro– reiterando la sentencia siniestra de que los llamados movimientos sociales serán los bedeles del futuro gobierno” (La Razón, 15-XII-05).

GEOGRAFÍA OCULTA. El encono tiene sus razones. Decía Michel Collon (véase BRECHA, 9-XII-05 ): si quiere saber dónde estallará un conflicto bélico, busque dónde hay un bloqueo a las rutas de comercialización del petróleo y sus derivados. O viceversa, si quiere saber por qué (realmente) estalló una guerra en cualquier lugar, busque qué rutas de comercialización de recursos naturales estratégicos están bloqueadas, para los países de la otan, en ese lugar. Puesto que los señores de la guerra han de ocultar siempre los motivos económicos de su iniciativa bélica, deben por tanto ocultar también la geomorfología del terreno. La geografía oculta del miedo al cambio en Bolivia es la de los hidrocarburos y la de la coca.
Cuando Evo Morales proclamó, antes de finalizar el conteo electoral: “¡Ya ganamos aymaras, quechuas, chiquitanos y guaraníes. Por primera vez somos presidente!”, las empresas petroleras trasnacionales entendieron que su disputa a boca de pozo estaba perdiendo a boca de urna.

* El equipo de observadores integrado por académicos y periodistas iberoamericanos contó en Bolivia con Maryclén Stelling (Venezuela); Ernesto Carmona (Chile); María José Villa (Córdoba, Argentina); José de Pablos (España); Víctor Ducrot (Argentina); Ricardo Font (Venezuela) y quien escribe.

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No bombardeen Buenos Aires

Que los medios hostiles a la propaganda de guerra encabezada por George W Bush son considerados parte del eje del mal y están en la mira, ya no está en duda. Según reveló el 22 de noviembre el Daily Mirror, el gobierno de Estados Unidos tenía intenciones de bombardear los estudios de Al Jazeera en Qatar. La noticia se basa en el estenograma de una conversación entre Bush y el primer ministro británico Tony Blair. En la conversación que tuvo lugar el 16 de abril de 2004, afirma el periódico, Bush se manifestaba molesto por los informes de Al Jazeera sobre los bombardeos a Faluya, mientras Blair intentaba disuadirlo de la insensatez de bombardear un Estado aliado –una de las bases militares estadounidenses más importantes tiene su sede en ese país–. Según la prensa británica y estadounidense esta acción criminal no sería la primera contra la cadena televisiva: antes habían sido bombardeados sus estudios en Kabul y en Bagdad y uno de sus periodistas más destacados, Tayseer Alouni, había sido acusado de terrorismo y condenado en España en base a informes anónimos.
El investigador Bill Arkin, de la cadena de televisión nbc, afirma que Estados Unidos creó una unidad especial para la neutralización tecnológica de los medios extranjeros que le son hostiles, la Network Attack Support Staff (Ataque a las redes informáticas), con sede en Fort Meade, Maryland.
También la cnn informó sobre el extremo, recordando que un estudio de Al Jazeera en Afganistán había sido bombardeado en 2001. En el mismo sentido opinó Robert Fisk, periodista estrella del diario The Independent, señalando que la cadena árabe es el blanco regular de la Casa Blanca por su independencia con respecto a la visión del mundo y de las guerras de la admnistración Bush.
Pero el portavoz oficial Scott McClellan señaló olímpicamente: “No consideramos digno responder a semejante invento, a semejante absurdo”.
Tampoco el gobierno británico respondió, alegando que una investigación interna por fuga de información estaba en curso.

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Medios de comunicación y elecciones

De una lectura comparativa de los informes sobre cada género periodístico, el observatorio Comunican concluye:

1. Se registró una clara tendencia a convalidar y valorizar el acto comicial.
2. Se insistió en definir a Bolivia como un escenario de ingobernabilidad.
3. Se observó una clara tendencia a descalificar al candidato Evo Morales y al mas.
4. En materia de equilibrio informativo se constató una distinción entre medios escritos, televisivos y radiales. En televisión se verificó una marcada tendencia al desequilibrio por ausencia de fuentes o tratamiento unilateral de las mismas, sin contrastes ni verificaciones. En los medios radiofónicos, la observación arrojó un manejo más equilibrado de los contenidos informativos. En el caso de los medios impresos, se comprobó un tratamiento diferencial entre los contenidos informativos –con una tendencia hacia un mayor equilibrio–, en tanto que los de opinión expresaron un marcado desequilibrio.
5. Se observó un destacado contraste entre el sistemático discurso de los medios periodísticos respecto del candidato Evo Morales y la conducta electoral de un segmento importante de la sociedad.

22 diciembre, 2005

 

“Ya no tendremos más chantajes de EE.UU.”

El presidente electo de Bolivia define el futuro de su política


Eduardo Febbro y Pablo Stefanoni


Evo Morales, presidente electo de Bolivia, recibió ayer en exclusiva a Página/12 para explicar su programa de gobierno, lo que hará con los hidrocarburos, los cultivos de coca y EE.UU. “Queremos entrar allí con la hoja de coca y no con la cocaína”, dijo. Morales: “Hay que acabar con el secreto bancario, con la industria de los precursores y con la demanda”


El tari, una tela de aguayo cubierta de hojas de coca, es un signo de cortesía para los invitados en las regiones andinas, pero en este caso es una marca política: quien nos ofrece coca es el primer presidente cocalero no sólo de la historia boliviana sino, probablemente, del mundo. Evo, como todos lo llaman, está calmo, como si toda su vida se hubiera preparado para este momento, aunque, admite, “jamás lo soñó”. Algunas sonrisas, que dejan entrever una sutil ironía, expresan su regocijo por la “goleada” del domingo y por la derrota “por paliza” de su adversario de la derecha, Jorge “Tuto” Quiroga, quien era el preferido de La Embajada y de la burguesía boliviana. Evo Morales recibió a Página/12 en exclusiva en una oficina de su casa de campaña y delineó algunas claves de su gobierno, que comenzará el 22 de enero.
–¿Cómo vive este momento histórico?
–Muy bien, muy contento, satisfecho por la respuesta del pueblo boliviano, que nos dio un mandato pero para mandar obedeciendo. Nunca he pensado estar donde estoy, hemos batido un record de votos, nadie había sacado más del 50 por ciento desde la década del ’50, es un triunfo de los pueblos indígenas no sólo de Bolivia sino de Latinoamérica. Es un orgullo para mí, pero también para los indígenas. Quiero dignificar a mis hermanos con esta victoria profunda. También me siento orgulloso de las clases medias e intelectuales, y quiero que ellos también se sientan orgullosos de los indígenas y de Evo Morales y juntos podamos cambiar nuestra Bolivia pensando en la unidad, pensando en los pobres y en los marginados. Ahora los movimientos sociales ya somos gobierno y mañana (por hoy) nos reuniremos en Cochabamba. Se trata de gobernar convenciendo, persuadiendo y no venciendo. Estamos aquí preparándonos con muchas ganas para cambiar la historia, continuando lo que Túpak Katari y otros líderes indígenas intentaron antes.
–El MAS dice que va a nacionalizar sin confiscar, ¿en qué consiste esa medida?
–No se van a confiscar ni expropiar los bienes de las empresas petroleras pero ellas no tienen derecho a ejercer el derecho de propiedad sobre el gas y el petróleo. Nuestro gobierno va a nacionalizar los hidrocarburos en base a la Constitución Política del Estado y cualquier empresa que quiera invertir deberá subordinarse a las leyes bolivianas. Los actuales contratos petroleros son nulos de pleno derecho porque no han sido refrendados por el Congreso. Se tiene que terminar la cláusula de estos contratos que dice “el titular (la empresa) adquiere el derecho de propiedad en boca de pozo”. El Estado es dueño en el subsuelo y en el sobresuelo. En todo caso a las empresas responsables vamos a garantizarles la recuperación de sus inversiones, pero tienen que ser ganancias con equilibrio, para que también el Estado y los bolivianos se beneficien y no solamente las transnacionales. El pueblo pide la nacionalización y la voz del pueblo es la voz de Dios, vamos a respetarla.
–Bolivia vende gas a sus vecinos –incluyendo Argentina– a precios más bajos que los del mercado de Chicago, ¿se van a mantener esos precios?
–Vamos a estudiarlo. Primero tiene que haber un precio especial para el mercado interno, no es posible que tengamos semejantes recursos bajo tierra y encima de ella los seres humanos vivamos cocinando con bosta de animales y leña. No se puede seguir vendiendo en el mercado interno a precios internacionales. Por otro lado, los actuales contratos fueron firmados cuando el barril de petróleo costaba menos de 20 dólares (hoy vale casi 60), por eso deben ser revisados.
–¿Qué va a pasar con los precios de venta a Argentina?
–Hay que analizarlo después de resolver el abastecimiento interno, pero en todo caso queremos ampliar nuestros mercados de exportación a los países de la región. Lo que sí puedo asegurarles es que el negocio será entre Estados, ya no entre Repsol Bolivia y Repsol Argentina. Hay que pensar en las mayorías nacionales más que en los beneficios de las transnacionales.
–¿La nacionalización va a ser la primera medida de su gobierno?
–En lo económico sí. Y en lo político es la Asamblea Constituyente para acabar con el Estado colonial.
–Respecto de la problemática de la coca, que causa tantas fricciones con Estados Unidos, ¿cuál va a ser la política del MAS?
–No va a haber “coca cero”, vamos a cultivar de manera racionalizada para el consumo legal. Sí tiene que haber cocaína cero, narcotráfico cero. Debe impulsarse la lucha contra el narcotráfico sin intervención policial o militar extranjera. Hoy los norteamericanos dirigen nuestras Fuerzas Armadas y nuestra policía. Convoco al gobierno de Estados Unidos a hacer un pacto de lucha contra el narcotráfico que tiene que acabar con el secreto bancario, con la industria de los precursores y con la demanda. Sólo se puede terminar con el narcotráfico si hay cero cocainómanos y cero mercados.
–¿Cómo va a quedar la superficie cultivada?
–En el Chapare (la zona excedentaria) vamos a mantener un cato de coca por familia (40x40 metros): ése es el mejor aporte del movimiento campesino productor de la hoja de coca a la lucha contra el narcotráfico.
–Anteayer Estados Unidos envió una felicitación un tanto fría, ¿cómo imagina la relación con ese país a partir de ahora? Usted estuvo un poco duro contra EE.UU. en la CNN, habló de “Condolencia” Rice.
–(Ríe.) No sé si estuve duro, en todo caso el diálogo está abierto, incluido con el gobierno de Estados Unidos, que debe respetar la voluntad soberana del pueblo. Necesitamos relaciones, pero no relaciones de sometimiento ni de subordinación. Relaciones orientadas a resolver los problemas de las mayorías. No habrá chantajes ni condicionamientos. Y en esto no estamos solos. Estamos programando un viaje antes de la asunción (el 22 de enero), tengo una invitación de (Nelson) Mandela, una reunión con Lula y con (José Luis Rodríguez) Zapatero, además de un encuentro, postergado por años, con el gobierno chino.
–Jorge Quiroga hizo campaña diciendo que, si ganaba, Bolivia se sumaría al TLC con Estados Unidos. El MAS tiene una mirada más orientada hacia la región. ¿Qué va a pasar con el TLC a partir de ahora? ¿Bolivia se va a integrar plenamente al Mercosur?
–Cualquier tratado de comercio, sea el TLC o el Mercosur, debe estar orientado al comercio justo, de pueblo a pueblo, donde los microempresarios, los pequeños productores, e incluso en nuestro país los agroindustriales, sean los que resuelvan sus problemas y no sean las transnacionales que encima reciben subvenciones nos invadan con sus productos. El Nafta no ha resuelto absolutamente nada para pequeños y medianos productores ni cooperativas en México. Y, con esas experiencias, deberían revisarse esos tratados. Si se garantizan los mercados, bienvenido, y tal vez podamos entrar a Estados Unidos con la hoja de coca y no con la cocaína (ríe), con charque de llama (carne seca), quinua. En ese caso, estaremos abiertos al diálogo, pero acuerdos comerciales para eliminar al artesano, al pequeño productor, no va con nosotros.
–¿Se siente socialista, Evo Morales?
–Claro. Y el cambio social pasa por el cambio de cada uno de nosotros. Siempre he planteado que si queremos transformar Bolivia, Evo debe cambiar primero: no ser egoísta, no ser individualista, no ser acaparador, no ser maniobrero y pensar en las mayorías nacionales. Esa es mi experiencia en la lucha sindical y para eso estamos empezando a cambiar el MAS. Vamos a apostar al socialismo comunitario. En la tierra donde he nacido no hay propiedad privada, la zona ganadera y agrícola es de toda la comunidad. Hay que recuperar los principios de reciprocidad y de redistribución de nuestras riquezas.

10 diciembre, 2005

 

Discurso de agradecimiento del Nobel de Literatura

"A EE.UU.le importan un bledo las Naciones Unidas y la legalidad internacional, y tiene su propio perrito faldero, la patética y supina Gran Bretaña"

Harold Pinter

En 1958, escribí lo siguiente:
'No hay grandes diferencias entre realidad y ficción, ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente cierta o falsa; puede ser al mismo tiempo verdad y mentira.'
Creo que estas afirmaciones aún tienen sentido, y aún se aplican a la exploración de la realidad a través del arte. Así que, como escritor, las mantengo, pero como ciudadano no puedo; como ciudadano he de preguntar: ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira?
La verdad en el arte dramático es siempre esquiva. Uno nunca la encuentra del todo, pero su búsqueda llega a ser compulsiva. Claramente, es la búsqueda lo que motiva el empeño. Tu tarea es la búsqueda. De vez en cuando, te tropiezas con la verdad en la oscuridad, chocando con ella o capturando una imagen fugaz o una forma que parece tener relación con la verdad, muy frecuentemente sin que te hayas dado cuenta de ello. Pero la auténtica verdad es que en el arte dramático no hay tal cosa como una verdad única. Hay muchas. Y cada una de ellas se enfrenta a la otra, se alejan, se reflejan entre sí, se ignoran, se burlan la una de la otra, son ciegas a su mera existencia. A veces, sientes que tienes durante un instante la verdad en la mano para que, a continuación, se te escabulla entre los dedos y se pierda.
Me han preguntado con frecuencia cómo nacen mis obras teatrales. No sé cómo explicarlo. Como tampoco puedo resumir mis obras, a menos que explique qué ocurre en ellas. Esto es lo que dicen. Esto es lo que hacen.
Casi todas las obras nacen de una frase, una palabra o una imagen. A la palabra le sigue rápidamente una imagen. Os daré dos ejemplos de dos frases que aparecieron en mi cabeza de la nada, seguidas por una imagen, seguidas por mí.
Las obras son “The Homecoming” y “Old times”. La primera frase de “The homecoming” es “¿Qué has hecho con las tijeras?" La primera frase de “Old times” es “Oscuro”.
En ninguno de los casos disponía de más información.
En el primer caso alguien estaba, obviamente, buscando unas tijeras, y preguntaba por su paradero a otro de quien sospechaba que probablemente las había robado. Pero, de alguna manera, yo sabía que a la persona interrogada le importaban un bledo tanto las tijeras como el interrogador.
En “Oscuro”, tomé la descripción del pelo de alguien, el pelo de una mujer, y era la respuesta a una pregunta. En ambos casos me vi obligado a continuar. Ocurrió visualmente, en una muy lenta graduación, de la sombra hacia la luz.
Siempre comienzo una obra llamando a los personajes A, B y C.
En la obra que acabaría convirtiéndose en “The Homecoming”, ví a un hombre entrar en una habitación austera y hacerle la pregunta a un hombre más joven sentado en un feo sofá con un periódico de carreras de caballos. De alguna forma sospechaba que A era un padre y que B era su hijo, pero no tenía la certeza. Esta posibilidad se confirmaría sin embargo poco después cuando B (que más adelante se convertiría en Lenny) le dice a A (más adelante convertido en Max), “Papá, ¿te importa si cambiamos de tema de conversación? Te quiero preguntar algo. Lo que cenamos antes, ¿cómo se llama? ¿Cómo lo llamas tú? ¿Por qué no te compras un perro? Eres un chef de perros. De verdad. Crees que estás cocinando para perros.” De manera que como B le llama a A “Papá” me pareció razonable asumir que eran padre e hijo. A era claramente el cocinero y su comida no parecía ser muy valorada. ¿Significaba esto que no había una madre? Eso aún no lo sabía. Pero, como me dije a mí mismo entonces, nuestros principios nunca saben de nuestros finales.
“Oscuro”. Una gran ventana. Un cielo al atardecer. Un hombre, A (que se convertiría en Deeley) y una mujer, B (que luego sería Kate) sentados con unas bebidas. ¿Gorda o flaca?, pregunta el hombre. ¿De quién hablan? Pero entonces veo, de pie junto a la ventana, a una mujer, C (que sería Anna), iluminada por una luz diferente, de espaldas a ellos, con el pelo oscuro.
Es un momento extraño, el momento de crear unos personajes que hasta el momento no han existido. Todo lo que sigue es irregular, vacilante, incluso alucinatorio, aunque a veces puede ser una avalancha imparable. La posición del autor es rara. De alguna manera no es bienvenido por los personajes. Los personajes se le resisten, no es fácil convivir con ellos, son imposibles de definir. Desde luego no puedes mandarles. Hasta un cierto punto, puedes jugar una partida interminable con ellos al gato y al ratón, a la gallina ciega, al escondite. Pero finalmente encuentras que tienes a personas de carne y hueso en tus manos, personas con voluntad y con sensibilidades propias, hechos de partes que eres incapaz de cambiar, manipular o distorsionar.
Así que el lenguaje en el arte es una ambiciosa transacción, unas arenas movedizas, un trampolín, un estanque helado que se puede abrir bajo tus pies, los del autor, en cualquier momento.
Pero, como he dicho, la búsqueda de la verdad no se puede detener nunca. No puede aplazarse, no puede retrasarse. Hay que hacerle frente, ahí mismo, en el acto.
El teatro político presenta una variedad totalmente distinta de problemas. Hay que evitar los sermones a toda costa. Lo esencial es la objetividad. Hay que dejar a los personajes que respiren por su propia cuenta. El autor no ha de confinarlos ni restringirlos para satisfacer sus propios gustos, disposiciones o prejuicios. Ha de estar preparado para acercarse a ellos desde una variedad de ángulos, desde un surtido amplio y desinhibido de perspectivas que resulten. Tal vez, de vez en cuando, cogerlos por sorpresa, pero a pesar de todo, dándoles la libertad para ir allí donde deseen. Esto no siempre funciona. Y, por supuesto, la sátira política no se adhiere a ninguno de estos preceptos. De hecho, hace precisamente lo contrario, que es su auténtica función.
En mi obra ¨The Birthday Party” creo que permito el funcionamiento de un amplio abanico de opciones en un denso bosque de posibilidades antes de concentrarme finalmente en un acto de dominación.
“Mountain Language” no aspira a esa amplitud de funcionamiento. Es brutal, breve y desagradable. Pero los soldados en la obra sí que se divierten con ello. Uno a veces olvida que los torturadores se aburren fácilmente. Necesitan reírse de vez en cuando para mantener el ánimo. Este hecho ha sido confirmado naturalmente por lo que ocurrió en Abu Ghraib en Bagdad. “Mountain Language” sólo dura 20 minutos, pero podría continuar hora tras hora, una y otra y otra vez, repetirse de nuevo lo mismo de forma continua, una y otra vez, hora tras hora.
“Ashes to ashes”, por otra parte, me da la impresión de que transcurre bajo el agua. Una mujer que se ahoga, su mano que emerge sobre las olas intentando alcanzar algo, que se hunde y desaparece, buscando a otros, pero sin encontrar a nadie, ya sea por encima o por debajo del agua, encontrando únicamente sombras, reflejos, flotando; la mujer es una figura perdida en un paisaje que está siendo cubierto por las aguas, una mujer incapaz de escapar de la catástrofe que parecía que sólo afectaba a otros.
Pero, de la misma forma que ellos murieron, ella también ha de morir.
El lenguaje político, tal como lo usan los políticos, no se adentra en ninguno de estos territorios dado que la mayoría de los políticos, según las evidencias a las que tenemos acceso, no están interesados en la verdad sino en el poder y en conservar ese poder. Para conservar ese poder es necesario mantener al pueblo en la ignorancia, que vivan sin conocer la verdad, incluso la verdad sobre sus propias vidas. Lo que nos rodea es un enorme entramado de mentiras, de las cuales nos alimentamos.
Como todo el mundo aquí sabe, la justificación de la invasión de Iraq era que Sadam Husein tenía en su posesión un peligrosísimo arsenal de armas de destrucción masiva, algunas de las cuales podían ser lanzadas en 45 minutos, capaces de provocar una espeluznante destrucción. Nos aseguraron que eso era cierto. No era cierto. Nos contaron que Iraq mantenía una relación con Al Quaeda y que era en parte responsable de la atrocidad que ocurrió en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001. Nos aseguraron que esto era cierto. No era cierto. Nos contaron que Iraq era una amenaza para la seguridad del mundo. Nos aseguraron que era cierto. No era cierto.
La verdad es algo completamente diferente. La verdad tiene que ver con la forma en la que Estados Unidos entiende su papel en el mundo y cómo decide encarnarlo.
Pero antes de volver al presente me gustaría mirar al pasado reciente, me refiero a la política exterior de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Creo que es nuestra obligación someter esta época a cierta clase de escrutinio, aunque sea de una manera incompleta, que es todo lo que nos permite el tiempo que tenemos.
Todo el mundo sabe lo que ocurrió en la Unión Soviética y por toda la Europa del Este durante el periodo de posguerra: la brutalidad sistemática, las múltiples atrocidades, la persecución sin piedad del pensamiento independiente. Todo ello ha sido ampliamente documentado y verificado.
Pero lo que yo pretendo mostrar es que los crímenes de los EE.UU. en la misma época sólo han sido registrados de forma superficial, no digamos ya documentados, o admitidos, o reconocidos siquiera cómo crímenes. Creo que esto debe ser solucionado y que la verdad sobre este asunto tiene mucho que ver con la situación en la que se encuentra el mundo actualmente. Aunque limitadas, hasta cierto punto, por la existencia de la Unión Soviética, las acciones de Estados Unidos a lo ancho y largo del mundo dejaron claro que habían decidido que tenían carta blanca para hacer lo que quisieran.
La invasión directa de un estado soberano nunca ha sido el método favorito de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, han preferido lo que ellos han descrito como “conflicto de baja intensidad”. Conflicto de baja intensidad significa que miles de personas mueren pero más lentamente que si lanzases una bomba sobre ellos de una sola vez. Significa que infectas el corazón del país, que estableces un tumor maligno y observas el desarrollo de la gangrena. Cuando el pueblo ha sido sometido - o molido a palos, lo que viene a ser lo mismo – y tus propios amigos, los militares y las grandes corporaciones, se sientan confortablemente en el poder, tú te pones frente a la cámara y dices que la democracia ha prevalecido. Esto fue lo normal en la política exterior de Estados Unidos durante los años de los que estoy hablando.
La tragedia de Nicaragua fue un ejemplo muy significativo. La escogí para exponerla aquí como un ejemplo claro de cómo ve Estados Unidos su papel en el mundo, tanto entonces como ahora.
Yo estuve presente en una reunión en la embajada de los EE.UU. en Londres a finales de los ochenta.
El Congreso de Estados Unidos estaba a punto de decidir si dar más dinero a la Contra para su campaña contra el estado de Nicaragua. Yo era un miembro de una delegación que venía a hablar en nombre de Nicaragua, pero la persona más importante en esta delegación era el Padre John Metcalf. El líder del grupo de EE.UU. era Raymond Seitz (por aquel entonces el ayudante del embajador, más tarde él mismo sería embajador). El Padre Metcalf dijo: “Señor, dirijo una parroquia en el norte de Nicaragua. Mis feligreses construyeron una escuela, un centro de salud, un centro cultural. Vivíamos en paz. Hace unos pocos meses un grupo de la Contra atacó la parroquia. Lo destruyeron todo: la escuela, el centro de salud, el centro cultural. Violaron a las enfermeras y las maestras, asesinaron a los médicos, de la forma más brutal. Se comportaron como salvajes. Por favor, exija que el gobierno de EE.UU. retire su apoyo a esta repugnante actividad terrorista.”
Raymond Seitz tenía muy buena reputación como hombre racional, responsable y altamente sofisticado. Era muy respetado en los círculos diplomáticos. Escuchó, hizo una pausa, y entonces habló con gravedad. 'Padre', dijo, 'déjame decirte algo. En la guerra, la gente inocente siempre sufre'. Hubo un frío silencio. Le miramos. Él no parpadeó.
La gente inocente, en realidad, siempre sufre.
Finalmente alguien dijo: 'Pero en este caso “las personas inocentes” fueron las víctimas de una espantosa atrocidad subvencionada por su gobierno, una entre muchas. Si el Congreso concede a la Contra más dinero, más atrocidades de esta clase tendrán lugar. ¿No es así? ¿No es por tanto su gobierno culpable de apoyar actos de asesinato y destrucción contra los ciudadanos de un estado soberano?"
Seitz se mantuvo imperturbable. 'No estoy de acuerdo con que los hechos tal como han sido presentados apoyen sus afirmaciones'. dijo.
Mientras abandonábamos la embajada un asistente estadounidense me dijo que había disfrutado con mis obras. No le respondí.
Debo recordarles que el entonces presidente, Reagan, hizo la siguiente declaración: 'La Contra es el equivalente moral a nuestros Padres Fundadores'.
Estados Unidos apoyaron la brutal dictadura de Somoza en Nicaragua durante cuarenta años. El pueblo nicaragüense, guiado por los sandinistas, derrocó este régimen en 1979, una impresionante revolución popular.
Los sandinistas no eran perfectos. Tenían una claro componente de arrogancia y su filosofía política contenía un cierto número de elementos contradictorios. Pero eran inteligentes, racionales y civilizados. Se propusieron conseguir una sociedad estable, decente y plural. La pena de muerta fue abolida. Cientos de miles de campesinos pobres fueron librados de una muerte segura. A unas 100.000 familias se le dieron títulos de propiedad sobre tierras. Se construyeron dos mil escuelas. Una notable campaña educativa redujo el analfabetismo en el país a menos de una séptima parte. Se establecieron una educación y un servicio de salud gratuitos. La mortalidad infantil se redujo en una tercera parte. La polio fue erradicada.
Estados Unidos denunció estos logros como una subversion marxista/leninista. Desde el punto de vista del gobierno de Estados Unidos, se estaba estableciendo un ejemplo peligroso. Si a Nicaragua se le permitía fijar normas básicas de justicia social y económica, si se le permitía subir los niveles de salud y educación y alcanzar una unidad social y un respeto nacional propio, los países vecinos se plantearían las mismas cuestiones y harían lo mismo. En ese momento había por supuesto una feroz resistencia al status quo en el Salvador.
He hablado anteriormente de 'un entramado de mentiras' que nos rodea. El presidente Reagan describía habitualmente a Nicaragua como un 'calabozo totalitario'. Esto fue aceptado de forma general por los medios, y por supuesto por el gobierno británico, como un comentario acertado e imparcial. Pero la realidad es que no estaba documentada la existencia de escuadrones de la muerte bajo el gobierno sandinista. No había constancia de torturas. No estaba probada la existencia de una brutalidad sistemática u oficial por parte de los militares. Ningún sacerdote fue asesinado en Nicaragua. De hecho, había tres sacerdotes en el gobierno, dos jesuitas y un misionero Maryknoll. Los calabozos totalitarios estaban en realidad muy cerca, en El Salvador y en Guatemala. Estados Unidos había hecho caer en 1954 al gobierno elegido democráticamente en Guatemala y se calcula que unas 200.000 personas habían sido víctimas de las sucesivas dictaduras militares.
Seis de los más eminentes jesuitas del mundo fueron asesinados brutalmente en la Universidad de Centro América en San Salvador en 1989 por un batallón del regimiento Alcatl entrenado en Fort Benning, Georgia, EE.UU. Ese hombre extremadamente valiente, el arzobisbo Romero, fue asesinado mientras se dirigía a la gente. Se calcula que murieron 75.000 personas. ¿Por qué fueron asesinadas? Fueron asesinadas porque creían que una vida mejor era posible y que debía conseguirse. Esta creencia los convirtió de forma inmediata en comunistas. Murieron porque se atrevieron a cuestionar el status quo, la interminable situación de pobreza, enfermedad, degradación y opresión que habían recibido como herencia.
Estados Unidos finalmente hizó caer el gobierno Sandinista. Supuso varios años y una resistencia considerable, pero una persecución económica implacable y 30.000 muertos al final minaron la moral del pueblo nicaragüense. Exhaustos y condenados a la pobreza una vez más. Los casinos volvieron al país, la salud y la educación gratuita se acabaron. Las grandes empresas volvieron en mayor número. La 'Democracia' había prevalecido.
Pero esta “política” no estuvo, de ninguna manera, limitada a Centroamérica. Fue realizada a lo largo y ancho del mundo. No tenía final. Y ahora es como si nunca hubiese pasado.
Estados Unidos apoyó y en algunos casos crearon todas las dictaduras militares de derechas en el mundo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Me refiero a Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador, y, por supuesto, Chile. El horror que Estados Unidos infligió a Chile en 1973 no podrá ser nunca purgado ni olvidado.
Cientos de miles de muertes tuvieron lugar en todos estos países. ¿Tuvieron lugar? ¿Son todas esas muertes atribuibles a la política exterior estadounidense? La respuesta es sí, tuvieron lugar y son atribuibles a la política exterior estadounidense. Pero ustedes no lo sabrían.
Esto nunca ocurrió. Nunca ocurrió nada. Ni siquiera mientras ocurría estaba ocurriendo. No importaba. No era de interés. Los crímenes de Estados Unidos han sido sistemáticos, constantes, inmorales, despiadados, pero muy pocas personas han hablado de ellos. Esto es algo que hay que reconocerle a Estados Unidos. Ha ejercido su poder a través del mundo sin apenas dejarse llevar por las emociones mientras pretendía ser una fuerza al servicio del bien universal. Ha sido un brillante ejercicio de hipnosis, incluso ingenioso, y ha tenido un gran éxito.
Os digo que Estados Unidos son sin duda el mayor espectáculo ambulante. Pueden ser brutales, indiferentes, desdeñosos y bárbaros, pero también son muy inteligentes. Como vendedores no tienen rival, y la mercancía que mejor venden es el amor propio. Es un gran éxito. Escuchen a todos los presidentes de Estados Unidos en la televisión usando las palabras, “el pueblo americano”, como en la frase, “Le digo al pueblo estadounidense que es la hora de rezar y defender los derechos del pueblo americano y le pido al pueblo americano que confíen en su presidente en la acción que va a tomar en beneficio del pueblo americano”.
Es una estratagema brillante. El lenguaje se usa hoy en día para mantener controlado al pensamiento. Las palabras “el pueblo americano” producen un cojín de tranquilidad verdaderamente sensual. No necesitas pensar. Simplemente échate sobre el cojín. El cojín puede estar sofocando tu inteligencia y tu capacidad crítica pero es muy cómodo. Esto no funciona, por supuesto, para los 40 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza y los dos millones de hombres y mujeres prisioneras en los vastos “gulags” de las cárceles, que se extienden a lo largo de todo Estados Unidos.
Estados Unidos ya no se preocupa por los conflictos de baja intensidad. No ve ningún interés en ser reticente o disimulado. Pone sus cartas sobre la mesa sin miedo ni favor. Sencillamente le importan un bledo las Naciones Unidas, la legalidad internacional o el desacuerdo crítico, que juzga impotente e irrelevante. Tiene su propio perrito faldero acurrucado detrás de ellos, la patética y supina Gran Bretaña.
¿Qué le ha pasado a nuestra sensibilidad moral? ¿Hemos tenido alguna vez alguna? ¿Qué significan estas palabras? ¿Se refieren a un termino muy raramente utilizado estos días – conciencia? ¿Una conciencia para usar no sólo con nuestros propios actos sino para usar también con nuestra responsabilidad compartida en los actos de los demás? ¿Está todo muerto? Mirad Guantánamo. Cientos de personas detenidas sin cargos a lo largo de tres años, sin representación legal ni un juicio conveniente, técnicamente detenidos para siempre. Esta estructura totalmente ilegal se mantiene como un desafío de la convención de Ginebra. Esto no es sólo tolerado sino que difícilmente planteado por lo que se llama “la comunidad internacional”. Esta atrocidad criminal está siendo cometida por un país, que se declara a sí mismo como “el líder del mundo libre”. ¿Pensamos en los habitantes de la bahía de Guantánamo? ¿Qué es lo que dicen los medios? Lo reseñan ocasionalmente – una pequeña mención en la pagina seis. Ellos han sido consignados a una tierra de nadie de la que, por cierto, puede que nunca regresen. En la actualidad muchos están en huelga de hambre, alimentados a la fuerza, incluidos los residentes británicos. No hay sutilezas en estos procesos de alimentación. Ni sedaciones ni anestésicos. Solo un tubo insertado sobre tu nariz y dentro de tu garganta. Tú vomitas sangre. Esto es tortura. ¿Qué ha dicho la secretaria británica de exteriores sobre esto? Nada. ¿Qué ha dicho el primer ministro británico sobre esto? Nada ¿Por qué no? Porque Estados Unidos ha dicho: criticar nuestra conducta en la bahía de Guantánamo constituye un acto poco amistoso. O estáis con nosotros o contra nosotros. Así que Blair se calla.
La invasión de Iraq ha sido un acto de bandidos, un evidente acto de terrorismo de estado, demostrando un desprecio absoluto por el concepto de leyes internacionales. La invasión fue una acción militar arbitraria basada en una serie de mentiras sobre mentiras y burda manipulación de los medios y, por consiguiente, del publico; un acto con la intención de consolidar el control económico y militar de Estados Unidos sobre Oriente Próximo camuflado – como ultimo recurso – todas las otras justificaciones han caído por ellas mismas – como una liberación. Una formidable aseveración de la fuerza militar responsable de la muerte y mutilación de cientos y cientos de personas inocentes.
Hemos traído tortura, bombas de racimo, uranio empobrecido, innumerables actos de muerte aleatoria, miseria, degradación y muerte para el pueblo Iraqui y lo llamamos “llevar la libertad y la democracia a Oriente Próximo”
¿Cuánta gente tienes que matar antes de ser considerado un asesino de masas y un criminal de guerra? ¿Cien mil? Más que suficiente, habría pensado yo. Por eso es justo que Bush y Blair sean procesados por el Tribunal Penal Internacional. Pero Bush ha sido listo. No ha ratificado al Tribunal Penal Internacional. Por eso si un soldado o político americano es arrestado Bush ha advertido que enviaría a los marines. Pero Tony Blair ha ratificado el Tribunal y por eso se le puede perseguir. Podemos proporcionarle al Tribunal su dirección si está interesado. Es el número 10 de Downing Street, Londres.
La muerte en este contexto es irrelevante. Ambos, Bush y Blair colocan la muerte bien lejos, en los números atrasados. Al menos 100.000 iraquíes murieron por las bombas y misiles estadounidenses antes de que la insurgencia iraquí empezase. Estas personas no existen ahora. Sus muertes no existen. Son espacios en blanco. Ni siquiera han sido registrados como muertos. 'No hacemos recuento de cuerpos', dijo el general estadounidense Tommy Franks.
Al inicio de la invasión se publicó en la portada de los periódicos británicos una fotografía de Tony Blair besando la mejilla de un niño iraquí. 'Un niño agradecido' decía el pie de foto. Unos días después apareció una historia con una fotografía, en una página interior, de otro niño de cuatro años sin brazos. Su familia había sido alcanzada por un misil. Él fue el único superviviente. '¿Cuando recuperaré mis brazos?' preguntaba. La historia desapareció. Bien, Tony Blair no lo tenía en sus brazos, tampoco el cuerpo de ningún otro niño mutilado, ni el de ningún cadáver ensangrentado. La sangre es sucia. Ensucia tu camisa y tu corbata cuando te encuentras dando un discurso sincero en televisión.
Los dos mil estadounidenses muertos son una vergüenza. Son transportados a sus tumbas en la oscuridad. Los funerales son discretos, fuera de peligro. Los mutilados se pudren en sus camas, algunos para el resto de sus vidas. Así los muertos y los mutilados se pudren, en diferentes tipos de tumbas.
Aquí hay un extracto del poema de Pablo Neruda: “Explico Algunas Cosas”:
Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños
Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!
Quisiera dejar claro que citando el poema de Neruda no estoy comparando de ninguna manera la República Española con el Iraq de Saddam Husein. Cito a Neruda porque en ningún otro sitio de la lírica contemporánea leí una descripción más insistente y cierta del bombardeo contra civiles.
He dicho antes que Estados Unidos está ahora siendo totalmente franco poniendo las cartas sobre la mesa. Éste es el caso. Su política oficial es hoy en día definida como "Dominio sobre todo el espectro". Ése no es mi término, es el suyo. "Dominio sobre todo el espectro" quiere decir control de la tierra, mar, aire y espacio y todos sus recursos.
Estados Unidos ahora ocupa 702 bases militares a lo largo del mundo en 132 países, con la honorable excepción de Suiza, por supuesto. No sabemos muy bien como ha llegado a estar ahí pero de hecho está ahí.
Estados Unidos posee ocho mil cabezas nucleares activas y usables. Dos mil están en sus disparaderos, alerta, listas para ser lanzadas 15 minutos después de una advertencia. Está desarrollando nuevos sistemas de fuerza nuclear, conocidos como "destructores de búnkeres". Los británicos, siempre cooperativos, están intentando reemplazar su propio misil nuclear, Trident. ¿A quién, me pregunto, están apuntando? ¿A Osama Bin Laden? ¿A ti? ¿A mí? ¿A Joe Dokes? ¿China? ¿París? ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que esta locura infantil - la posesión y uso en forma de amenazas de armas nucleares - es el corazón de la actual filosofía política de Estados Unidos. Debemos recordarnos a nosotros mismos que Estados Unidos está en un continuo entrenamiento militar y no muestra indicios de aminorar el paso.
Muchos miles, si no millones, de personas en Estados Unidos están demostrablemente asqueados, avergonzados y enfadados por las acciones de su gobierno, pero, tal y como están las cosas, no son una fuerza política coherente - todavía. Pero la ansiedad, la incertidumbre y el miedo que podemos ver crecer cada día en Estados Unidos no es probable que disminuya.
Sé que el presidente Bush tiene algunos escritores de discursos muy competentes pero quisiera prestarme voluntario yo mismo para el empleo. Propongo el siguiente breve discurso que él podría leer en televisión a la nación. Lo veo solemne, con el pelo cuidadosamente peinado, serio, confiado, sincero, frecuentemente seductor, a veces empleando una sonrisa irónica, curiosamente atractiva, un auténtico macho.
"Dios es bueno. Dios es grande. Dios es bueno. Mi dios es bueno. El Dios de Bin Laden es malo. Él suyo es un mal Dios. El dios de Sadam también era malo, aunque no tuviera ninguno. Él era un bárbaro. Nosotros no somos bárbaros. Nosotros no cortamos las cabezas de la gente. Nosotros creemos en la libertad. Dios también. Yo no soy bárbaro. Yo soy el líder democráticamente elegido de una democracia amante de la libertad. Somos una sociedad compasiva. Electrocutamos de forma compasiva y administramos una compasiva inyección letal. Somos una gran nación. Yo no soy un dictador. Él lo es. Yo no soy un bárbaro. Él lo es. Y él. Todos ellos lo son. Yo tengo autoridad moral. ¿Ves mi puño? Esta es mi autoridad moral. Y no lo olvides"
La vida de un escritor es extremadamente vulnerable, apenas una actividad desnuda. No tenemos que llorar por ello. El escritor hace su elección y queda atrapado en ella. Pero es cierto que estás expuesto a todos los vientos, alguno de ellos en verdad helados. Estás solo, por tu cuenta. No encuentras refugio, ni protección - a menos que mientas - en cuyo caso, por supuesto, te habrás construido tu propia protección y, podría decirse, te habrás vuelto un político.
Me he referido un par de veces esta tarde a la muerte. Voy a citar ahora un poema mío llamado "Muerte"
¿Dónde se halló el cadáver?
¿Quién lo encontró?
¿Estaba muerto cuando lo encontraron?
¿Cómo lo encontraron?
¿Quién era el cadáver?
¿Quién era el padre o hija, o hermano
o tío o hermana o madre o hijo
del cadáver abandonado?
¿Estaba muerto el cuerpo cuando fue abandonado?
¿Fue abandonado?
¿Por quién fue abandonado?
¿Estaba el cuerpo desnudo o vestido para un viaje?
¿Qué le hizo declarar muerto al cadáver?
¿Fue usted quien declaró muerto al cadáver?
¿Cómo de bien conocía el cadáver?
¿Cómo sabía que estaba muerto el cadáver?
¿Lavó el cadáver?
¿Le cerró ambos ojos?
¿Enterró el cuerpo?
¿Lo dejó abandonado?
¿Le dio un beso al cadáver?
Cuando miramos un espejo pensamos que la imagen que nos ofrece es exacta. Pero si te mueves un milímetro la imagen cambia. Ahora mismo, nosotros estamos mirando a un círculo de reflejos sin fin. Pero a veces el escritor tiene que destrozar el espejo - porque es en el otro lado del espejo donde la verdad nos mira a nosotros.
Creo que, a pesar de las enormes dificultades que existen, una firme determinación, inquebrantable, sin vuelta atrás, como ciudadanos, para definer la auténtica verdad de nuestras vidas y nuestras sociedades es una necesidad crucial que nos afecta a todos. Es, de hecho, una obligación.
Si una determinación como ésta no forma parte de nuestra visión política, no tenemos esperanza de restituir lo que casi se nos ha perdido - la dignidad como personas.

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